E.J. Wagner, historiadora del crimen y profesora universitaria, tuvo su primer encuentro con Sherlock Holmes en los años cincuenta, al leer su profesor lengua y literatura inglesa uno de sus relatos en voz alta. Desde entonces, se ha sentido fascinada por un personaje que posee “una mente incisiva, un corazón cálido y una dimensión artística”. Su pasión la ha plasmado en el libro “La ciencia de Sherlock Holmes” (ed. Planeta, 2010), un libro que toma las aventuras del genial detective como punto de partida para hablar de la ciencia forense durante la época victoriana, identificación dactilar, autopsias antiguas, procesos judiciales, casos impactantes relacionados con lo esotérico, etc. Con un estilo ameno y entretenido, digno de las novelas que tienen a Holmes como protagonista, la autora nos ayuda a comprender la base sobre la que se sustenta la criminología moderna.
La autora consigue trasladarnos al Londres victoriano de finales del siglo XIX. Sus lúgubres calles cobran vida en este libro y forman un contexto tenebroso con el crimen como principal protagonista. Compaginando las constantes referencias a las novelas de Conan Doyle con los documentos de la época consigue reproducir con realismo el contexto histórico de la época.
El libro desvela los amplios conocimientos que tenía Doyle sobre las técnicas de investigación criminal y de los casos más conocidos de la época. La autora conecta los pasajes de las novelas y relatos de Doyle con casos contemporáneos al autor para mostrarnos una ciencia criminalística que evolucionaba con lentitud. Los casos que se presentan superan a la ficción, como el que dio lugar al empleo de las autopsias, un suceso con tintes antisemitas.
El libro no sólo muestra la relación entre los relatos de Holmes y los casos reales, sino que demuestra también que algunos asesinos se basaron en crímenes narrados en las aventuras imaginadas por Conan Doyle. Además, investigadores posteriores recurrieron a las técnicas de Holmes para resolver sus casos.
Cada capítulo de la obra narra un caso de los que aparecen en las novelas de Holmes, para compararlo con casos de su época y mostrar las técnicas usadas por los investigadores para resolverlos. La autora analiza las diferentes técnicas de la época, disecciones, venenos, huellas, disfraces, estudio de "la escena del delito". La descripción de los casos es detallada, la autora ha estudiado con detalle los diferentes informes, actas y noticias publicadas de la época para documentarse y ese rigor lo podemos apreciar en todo el libro.
La figura del detective Sherlock Holmes es protagonista del libro, pero también la de personajes reales como Vidocq, cuyos métodos usados resultan fascinantes. Y, por supuesto, también hay un apartado para los crímenes de Jack el Destripador.
Un apartado titulado “Sigue las pistas”, enriquece los capítulos con datos históricos e información que muestra la historia y desarrollo de los diferentes métodos de investigación criminal.
Las novelas de Holmes cobrarán un nuevo significado después de leer este libro. Por tanto, estamos ante una extraordinaria obra, que hará las delicias de los fanáticos del mítico detective pero que hará disfrutar también a todos los aficionado a la novela policíaca y a series como C.S.I y, en general, a todo el que tenga curiosidad e interés por conocer aspectos de nuestra historia que aportan luz sobre el mundo presente en el que vivimos.
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1 comentario:
Me encanta todo lo que tiene que ver con la época victoriana, así que me lo apunto en mi lista de "pendientes". Un saludo.
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