lunes, 18 de noviembre de 2024

Los crímenes de la miel

Os presento en esta entrada Los crímenes de la miel (Destino, 2024) una novela que Pep Coll ha escrito a partir de unos asesinatos que trastornaron los pueblos leridanos a principios de los años cincuenta. El trabajo de campo del autor y el oficio de novelista le han permitido levantar una narración absorbente y vivaz que funciona como un mecanismo perfecto. 

El lector encontrará una masía centenaria y una tartana itinerante, un primer crimen imprevisto, la confesión de culpabilidad por parte de un inocente, unos investigadores policiales desconcertados, tres hermanos poco avenidos y una familia gitana que lleva una vida ambulante. 

La narración —de gran fuerza visual y cinematográfica— tiene la tensión obsesiva de la avaricia, el deseo persistente de la venganza y una historia de amor a contracorriente.

 


El relato empieza una noche oscura de finales de noviembre en la que estallan dos tiros en los bosques de la zona más despoblada de Cataluña. Un hombre cae abatido mientras su compañero consigue huir. Horas más tarde, un inocente se declara culpable ante la Guardia Civil. A este primer crimen le sucederán otras muertes, que irán revelando las tensiones sociales y económicas del pueblo, vinculadas con la producción y el comercio de miel, un producto local muy valorado.

En esta historia, víctimas y verdugos conforman dos colectivos antagónicos del todo irreconciliables: campesinos arraigados en la masía centenaria contra gitanos itinerantes dentro de frágiles tartanas, afanosos de horizontes nuevos.

En este caso, Pep Coll capta con gran detalle y respeto el mundo de las familias gitanas ambulantes de los años cincuenta, sus costumbres y su visión del mundo, retratando una época de grandes tensiones sociales donde la figura del gitano está cargada de estereotipos y prejuicios.

Una historia llena de contrastes, en la que el autor entremezcla con gran destreza la verdad y la ficción, así como la narración criminal y la historia de amor. En este caso, el trabajo de campo de Coll, que tiene conocimiento directo del crimen, y el oficio de novelista le han permitido levantar una narración absorbente, de gran fuerza visual y cinematográfica, con la tensión obsesiva de la avaricia, el deseo persistente de la venganza y una historia de amor a contracorriente.

 

Pep Coll (Pessonada, Pallars Jussà, 1949) es autor de la excepcional recopilación de leyendas Muntanyes maleïdes (Montañas malditas, 1993), pero ha destacado sobre todo como novelista, con títulos como La mula vella (La mula vieja, 1989), El salvaje de los Pirineos (2005) o Las señoritas de Lourdes (Premi Sant Jordi 2007). Con Dos taüts negres i dos de blancs (Dos ataúdes negros y dos blancos, 2013) obtuvo cinco premios a obra publicada (el premio de la Crítica, premio Crexells, premio El Setè Cel, premio Joaquim Amat-Piniella y Prix Pyrénées 2016 a la traducción francesa). Sus últimas novelas son L’any que va caure la roca (El año que se cayó la roca, 2020) y La larga siesta de Dios (2023).

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