La combinación de ingredientes que nos propone Katzenbach resulta irresistible:
- Una niña de trece años que desaparece sin dejar rastro.
- Cuatro hombres blancos asesinados.
- Dos policías retirados que no quieren o no pueden hablar.
- Un narcotraficante entre rejas con más información de la que debiera.
- Y una pareja de policías empeñados en descubrir la verdad.
El maestro Katzenbach no necesita recurrir a la truculencia ni al morbo para llamar la atención del lector, y esto no significa que la trama no sea dura y oscura, que lo es, pero el autor no se centra en lo escabroso, algo que se agradece y que convierte la novela en asequible para cualquier tipo de lectores. No necesita nada de esto para impactarnos y mantenernos en vilo durante toda la narración, con unos personajes situados al límite, sin aliento, y un lector que devorará de forma compulsiva cada página hasta llegar al final.
Además de El psicoanalista, del que se han vendido un millón de ejemplares, ha escrito El hombre equivocado, Juicio final, Un asunto pendiente, El profesor, Un final perfecto, El estudiante, Al calor del verano, La Guerra de Hart, Juegos de Ingenio, Retrato en Sangre y La Sombra.
Sus novelas se han ganado los mejores elogios, que seguro que se repetirán con Personas desconocidas.
«Katzenbach es un experto en la exploración de las mentes desviadas.» The New York Times Book Review
«Pocos escritores parecen entender las mentes criminales con tanto acierto.» People
«Katzenbach es muy bueno construyendo mundos.» The Washington Post
Grabriel Gabe Dickenson, Gabe, y Marta Rodríguez-Johnson han servido a la policia de manera impecable, hasta que un día sus vidas se tuercen irreversiblemente. Gabe, jefe adjunto con un currículo envidiable verá cómo un terrible accidente en un fatídico día arruinará su vida y le hará caer en el abismo y esclavo del alcohol. Marta, experta en narcóticos, intenta superar el trágico accidente en el que disparó a su compañero por error.
Para que puedan mantener sus puestos de policía son destinados a la división de casos sin resolver, lugar en el que sólo tendrán que revisar algunos expedientes, entrevistar a algún testigo y pasar el caso a la Brigada de Investigación Criminal si encuentran algo interesante. Un cementerio de elefantes que parece ideal para que se recuperen y comiencen de cero, pero en el que los dos están convencidos de que sólo esperarán su irremediable despido.
El trabajo se desarrolla con hastío y rutina, se sentirán como "un par de fracasados estudiando a otros fracasados" investigando unos casos "olvidados y nunca aclarados que nadie quiere, en realidad, resolver". Pero todo cambiará cuando encuentren cuatro expedientes extraños sobre cuatro asesinatos sin respuestas, sin sospechosos, en cuatro lugares diferentes, pero que tienen un elemento común, una pareja de inspectores de la Brigada de Investigación Criminal, los mejores del cuerpo, que dejaron los casos sin resolver de forma inexplicable.
Gabe y Marta tendrán que investigar de forma clandestina, bajo cuerda, sumergiéndose en una pesadilla, recorriendo secretos, rincones oscuros, un infierno en el que tendrán que enfrentarse a sus propios demonios, un caso que se volverá mucho más complejo y cercano de lo que podían imaginar, con implicaciones personas de impredecibles consecuencias.
Juntos se enfrentarán a múltiples obstáculos, empezando por sus propios jefes, tendrán que encajar las múltiples piezas que irán apareciendo esparcidas por el tablero de un caso complejo, con giros y revelaciones que lo irán complicando cada vez más, convirtiéndolo en un peligro para los protagonistas al mismo tiempo que puede ser una oportunidad de redención. En definitiva, una lectura imprescindible para todos los aficionados al género dispuestos a dejarse seducir por otra propuesta impactante de Katzenbach.
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