"W de Wikileaks", de Bruno Cardeñosa

“El lenguaje político fue diseñado para que las mentiras sonasen como verdades, el asesinato sonase respetable, y para dar aparente consistencia a lo que no es más que puro viento” (George Orwell)

En “W de Wikileaks” (Libros Cúpula, 2011), Bruno Cardeñosa, presentador del fantástico programa de radio “La Rosa de los Vientos”, y autor de varios libros, algunos de los cuales he reseñado en este blog, Expedientes del misterio” y “100 enigmas del mundo” , nos acerca a la figura de Julian Assange y al fenómeno que ha supuesto Wikileaks, revolucionando el mundo de la información y levantado una gran polémica, ganándose admiradores y enemigos por igual.

Estamos ante un libro que desvela la cruzada de un hombre misterioso y enigmático que se presenta como “el Robin Hood de la verdad”, con una declaración de intenciones que no deja lugar a dudas: “Solo vivimos una vez, así que estamos obligados a usar bien el tiempo que tenemos y convertirlo en algo significativo y satisfactorio. Para mí, lo es. Es mi forma de ser. Disfruto ayudando a gente vulnerable. Y disfruto machacando bastardos”.

El autor se identifica con la figura de Assange y retrocede a su infancia y a su juventud para intentar comprender sus motivaciones presentes. Resultan de gran interés las referencias a la pertenencia de su padrastro a la secta de los Niños de Dios y también los logros de Assange como hacker, siendo el responsable de la creación de numerosos programas y sistemas que hoy siguen estando a la vanguardia en las redes informáticas. Estos dos aspectos de su pasado pueden resultar claves para comprender su lucha contra las sectas, por una parte, y la obtención de documentos clasificados, por otra. Assange se desenvuelve por el mundo de la informática como solo son capaces de hacer unos pocos cientos de personajes de todo el mundo.

Wikileaks saltó a la fama en 2010, pero se creó en 2006 y durante varios años filtró interesantes informes que fueron portada en los medios convencionales, aunque sin citar su procedencia. De hecho, Assange ya estaba en el punto de mira de los servicios de inteligencia desde el comienzo de sus actividades, de hecho habían establecido una táctica para combatirle, “persecución judicial a los filtradores y a quienes facilitaban la divulgación de las filtraciones, cortar el acceso a las páginas web del grupo, acosar financieramente a la organización, elaborar campañas de propaganda para acusar a Wikileaks de facilitar el trabajo de terroristas y enemigos de Estados Unidos”.

El revuelo provocado por las filtraciones convirtió a Assange en enemigo de Estados Unidos, pero también de otros gobiernos y medios de comunicación que se vieron amenazados por la revolución periodística provocada por Wikileaks. Las filtraciones pusieron en evidencia la politización de unos medios vendidos a los poderosos. Después de la publicación de los documentos, Assange fue acusado de acoso sexual, episodio que se analiza con detalle en el libro.

Dejando a un lado el episodio judicial, todo en Assange parece idílico, su propuesta es convertir el periodismo en un arma para cambiar el mundo y al periodista en un activista a favor de las “buenas causas”. Denuncia la manipulación información, su equipo no cobra por las filtraciones, se financian con aportaciones voluntarias y presumen de no casarse con nadie. ¿Es esto cierto? Son muchas las dudas sobre su honestidad y las especulaciones sobre quién puede estar detrás de la figura de Assange.

El libro se decanta de forma clara a favor del fundador de Wikileaks, pero tanto los documentos como el libro de Cardeñosa demuestran una curiosa obsesión contra los Estados Unidos, que parecen los causantes de todos los males del mundo. Desconozco el contenido de los documentos filtrados, pero parece como si todo girara en torno a los “satánicos” americanos, que están detrás de las peores conspiraciones mundiales. Echo de menos, por ejemplo, la denuncia de las violaciones, torturas y asesinatos que sufren los cristianos en muchos países como es el caso de la India y, en general, del mundo islámico. Si es cierto que Wikileaks no se casa con nadie, aquí tiene una buena oportunidad de ayudar a los más vulnerables, si no lo ha hecho ya.

Obsesiones al margen, lo relatado en el libro resulta estremecedor, mostrándonos torturas, manipulación informativa, ejecuciones, criminales de guante blanco, corrupción, intereses farmacéuticos que controlan la OMS, “climagate”, proyectos de control de la mente, etc. El relato resulta fascinante a la vez que perturbador, porque no estamos ante una novela de ficción. La gran pregunta, también inquietante, es si detrás de este hombre que “parece haberse convertido en el Gran Hermano que vigila el poder político y económico”, no habrá también otros intereses para manipular a la opinión pública.

No sé vosotros, pero yo, viendo lo que hay, ya no me fío de nadie…

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