Lecturas para el nuevo curso (IX): "El ladrón del viento"

En este blog ya os hablé de la novela “Los fulares rojos” de Frederic H. Fajardie, una historia de aventuras que mezcla el sabor clásico de las novelas de capa y espada de Alejandro Dumas, con toques actuales de investigación criminal. Ahora quiero hablaros de otra novela del mismo autor, “El ladrón del viento” (ed. Edhasa, 2005), en la que Fajardie repite fórmula, con el mismo acierto que en su anterior novela. Prepárate para disfrutar con su lectura.

La historia retrocede a principios del siglo XVII y, en este caso, el protagonista es el padre de Loup de Pomonne, líder de los fulares rojos. Thomas de Pomonne, conde de Nissac y vicealmirante de los mares de Levante es un hombre con los mismos ideales y valores que tendrá después su hijo. Thomas es el policía del rey de Francia en los mares del Levante. Su barco, “El dragón verde”, es la única unidad de combate francesa en unas aguas infestadas de piratas. El conde de Nissac es un héroe de guerra, temido por sus enemigos quiénes le llaman “El ladrón del viento” y admirado por sus hombres, ya que tiene, además, una filosofía que contrastaba con el resto de capitanes de su tiempo, “no ponía en riesgo la vida de sus hombres salvo cuando los riesgos se hacían inevitables. Esta suerte de economía, en la que los hombres se convertían en un valor sagrado”.

El rey Enrique IV no comparte ese entusiasmo por la persona de Nissac. Un episodio del pasado sembró en su corazón la envidia y no soporta el éxito del conde de Nissac. Su actitud recuerda mucho a la del rey Saúl, quién tenía envidia de su general David y no podía soportar escuchar los cánticos de su pueblo alabando las hazañas de David (esta historia aparece en la Biblia en el primer libro de Samuel).

El conde de Nissac tendrá que enfrentarse en el mar a piratas y a sus enemigos los españoles, por tierra, a un asesino que le busca para matarle y, además, realizará un encargo del rey que se convertirá en una trampa. Tiene que desenmascarar a un grupo de conspiradores que amenazan la vida del rey. Nissac se debatirá también en los “lances” del amor, con tres mujeres que se cruzarán en su camino.

El rival de Nissac será el monje Vittorio Aldomontano, un personaje siniestro que encarga la formación de un grupo conspiratorio de 12 personajes de la nobleza a quiénes llama “Los doce apóstoles”, y forma una terrible guardia personal con 4 seres monstruosos, “Los cuatro jinetes del Apocalipsis”.

Combates navales, piratas, intrigas de palacio, conspiraciones, historias de amor, honor, valentía, traiciones, personajes muy curiosos como “los alobados” unos seres monstruosos que siembran el terror o un samurai que se convertirá en fiel compañero de Nissac…

¿Se puede pedir más para una novela de aventuras?... Sólo queda comenzar a devorarla...

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