jueves, 6 de abril de 2017

Los hombres del SAS

Los hombres del SAS, de Ben Macintyre (ed. Crítica, 2017) es un extraordinario ensayo sobre la historia del SAS, un relato que nada entre documentos inéditos para ofrecernos la versión definitiva sobre este cuerpo de operaciones especiales británico compuesto por héroes y canallas, que tuvo sus luces y sus sombras, y que jugó un papel crucial en el desarrollo y desenlace de la Segunda Guerra Mundial, además de convertirse en referentes para las fuerzas especiales de todo el mundo.

Una historia que el autor cuenta con pulso narrativo, con ritmo de thriller, que nos va a mantener pegados a sus páginas mientras asistimos a un relato sorprendente, increíble, uno de esos libros que dejará al lector con un buen sabor de boca y con la sensación de haber aprovechado el tiempo con una lectura reveladora, entretenida y apasionante.

«Impecablemente investigado, magníficamente narrado. Sin duda el mejor libro sobre el SAS en la Segunda Guerra Mundial.» Antony Beevor

«Un sensacional pedazo de memoria oculta desvelado. La apasionante historia, contada con brío y equilibrio, de unos soldados canallas que lucharon por la causa justa.» Lorenzo Silva


Ben Macintyre es columnista y editor en The Times, diario para el cual también ha trabajado como corresponsal en Nueva York, París y Washington. Es autor de El Agente Zigzag. La verdadera historia de Eddie Chapman, el espía más asombroso de la segunda guerra mundial (Crítica, 2008).

Desde los archivos secretos S.A.S. y en la pluma del aclamado historiador Ben Macintyre, llega la primera historia autorizada de la más famosa y misteriosa organización militar del mundo. El autor no ha querido realizar una historia militar especializada sino que su propósito es llegar al lector general sin perder rigor histórico. Y lo consigue, realizando un recorrido exhaustivo y detallado de la historia de la organización, pero sin detenerse en aspectos técnicos o numéricos que nada aportan, y profundizando en los aspectos personales y en los hechos que configuraron su leyenda.

Macintyre ha tenido acceso a la documentación que saca a la luz una historia que hasta la fecha había permanecido oculta y en secreto. Ha tenido acceso a los archivos del regimiento, "un tesoro asombrosamente rico que incluye materiales inéditos, entre ellos informes de alto secreto, notas, diarios privados, cartas, memorias, mapas y centenares de fotografías nunca vistas". Y especialmente el autor ha tomado como fuente más importante el Diario de Guerra, "una extraordinaria colección de documentos originales recopilados en 1945 por un alto mando del SAS en un único volumen de quinientas páginas encuadernado en piel que ha permanecido en secreto durante setenta años".

Con estos mimbres ya podemos sospechar que el resultado tiene que ser cuando menos interesante, pero a esto le añadimos el estilo narrativo del autor, directo, ameno, que profundiza en la psicología de los protagonista para que podamos entender sus decisiones acciones y sentimientos. Esta perspectiva hace que el libro nos sólo sea un relato frío sino un retrato de personas, con sus virtudes y defectos, glorias y miserias, éxitos y fracasos. Y es que la historia del SAS la marcan sus componentes, con sus luces y sus sombras.

Acompañaremos a este regimiento desde su creación en julio de 1941, pasando por sus hazañs en el desierto de África, en Sicilia e Italia "hasta Francia antes del Día D y la ofensiva final en territorio alemán, cuando el SAS llevó sus patrullas de todoterrenos hasta las costas del Báltico". Conoceremos a su fundador, Stirling, y a Lewes, otra figura revelante. Descubriremos cómo se conocieron y de qué manera dos personalidades tan diferente consiguieron complementarse y dar forma al SAS. Lewes era discplinado, recto, austero, atlético, adicto al trabajo, serio, "un dechado de virtudes militares". Por el contrario, Stirling era un juerguista, vividor, indisciplinado y rebelde.

Página a página iremos conociendo las peculiares personalidad de cada uno de los protagonistas. Se desvelará el lado oscuro de Lewes, que después se convertirá en elemento clave en su determinación y crueldad a la hora de luchar contra los nazis. También la peculiar visión de Stirling, diferente a la de la mayoría de los altos mandos militares de la época, más preocupados por ascensos y medallas. Stirling tenía otra perspectiva, menos "oficial", no sólo se conformaba con matar al enemigo, estaba convencido de que "si utilizando el factor sorpresa y la astucia se podía desorientar, alarmar y ridiculizar al oponente, el impacto tridimensional sería mucho mayor que el de las tácticas tradicionales".

Se relatan los episodios que forjaron su leyenda y cómo la visión de Stirling se extendió a sus hombres, algo que no resultaba fácil ya que estos eran "singulares, excéntricos incluso, gente que no encajaba fácilmente en las filas del ejército, inadaptados y depravados con instinto para la guerra encubierta y poco tiempo para convenciones, en parte soldados y en parte espías, guerreros rebeldes". De forma valiente y temeraria realizaron proezas, "lanzándose en paracaídas tras las líneas enemigas para realizar operaciones de sabotaje, como volar aviones y depósitos de petróleo, y para obtener información de los enemigos capturado".

La acción se trasladará después a Europa con una nueva etapa para un grupo que, descabezado, parecía que iba a disolverse pero al que Mayne un oficial feroz, inspirador y violento, le dio un aire nuevo. En esta etapa que llegar hasta el final de la guerra cambia de forma radical las formas del conflicto convirtiéndose en "una guerra con civiles aterrorizados, francotiradores invisibles y falsas banderas de rendición que desdibujaban la frontera entre combate justo y ejecución. La claridad y caballerosidad de la guerra en el desierto de repente parecían muy lejanas".

Pero el relato no sólo nos ofrece los aspectos más importante, también encontraremos anécdotas y curiosidades realmente reseñables, como la participación del hijo de Churchill en una de las misiones o cómo surgió y quién escribió un poema maravilloso conocido como "la oración de los paracaidistas" adaptado como poema oficial de las fuerzas aerotransportadas francesas. Descubriremos el aspecto más vulnerable de unos hombres que "podían ser tenaces y despiadados cuando era preciso, pero también eran humanos". El horror de la guerra les afectaba y pasaba factura y es de justicia que así se quede reflejado.

Y el libro llega hasta la desaparición oficial del SAS en octubre de 1945, cuando sus hombres volvieron con sus regimientos o  se incorporaron a la vida civil. Pero "una pequeña fracción del regimiento persistió en secreto, de manera no oficial y posiblemente fuera de la legalidad", aunque eso ya es otra historia...

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