Es el caso de Civilizaciones bajo tierra (Luciérnaga, 2017) una obra de investigación en la que el periodista Juan José Revenga nos invita a descubrir algunos de los lugares más misteriosos y ocultos del planeta que nos dibuja un pasado diferente, lleno de sorpresas, datos increíbles, curiosidades que nos van a incomodar y hacer replantearnos la historia que nos han contado.
Juan José Revenga nació en Madrid en 1959. Inició su carrera profesional como fotógrafo en el mítico diario YA. En la década de los ochenta trabajó como corresponsal de prensa en los conflictos bélicos de Nicaragua, El Salvador, Panamá o la invasión americana en el Irak de Sadam Hussein. Vivió todo el cambio soviético de 1990 a 1993 en la URSS, y estuvo presente en las guerras de Yugoslavia, Armenia, Osetia o Chechenia. Ha sido productor y director de documentales para las principales televisiones de Estados Unidos y ha realizado numerosas series para TVE.
En este libro Revenga nos invita a realizar un recorrido que no nos va a dejar indiferentes. Nos abre las puertas hacia un pasado en el que la humanidad vivía bajo tierra, ocultándose quizás de peligros y enemigos que desconocemos, seres provenientes de mundos superiores a los que adoraban como dioses. Una hipótesis que no es novedosa, ya encontramos algo parecido en la Biblia, en el capítulo 6 de libro del Génesis.
Pero las hipótesis se quedan en nada si no hay evidencias y pruebas en las que fundamentarse. Y a eso se dedica el autor a lo largo de 21 capítulos nos irá desvelando las peculiares características de diferentes escenarios repartidos a lo largo de todo el planeta, sitios ya míticos en algunos casos y desconocidos en otros, entre los que encontraremos lugares enigmáticos continentes perdidos, ciudades bajo tierra y extrañas construcciones.
La Atlántida, el lago Tititaca, la isla de Pascula, la Antártida, Capaocia o Papúa Nueva Guinea son algunos de estos de estos enclaves que nos van a desvelar construcciones imposibles, tecnología adelantada a su tiempo, proyectos nazis secretos, pistas increíbles sobre coincidencia en el tiempo entre seres humanos y dinosaurios y toda una serie de sorprendentes revelaciones que dibujan un pasado completamente diferente que obligaría a reescribir la historia.
Y para que el que todavía se muestre escéptico el libro dedica un amplio espacio a un lugar lleno de misterio, la cueva de los Tayos en Ecuador, el primer sitio al que viajó Neil Amstrong cuando regresó de la luna. ¿Qué objetivo tenía la expedición que lideró? ¿Qué encontró allí? No sabemos los detalles, pero si que afirmó que "su experiencia en el interior de los Tayos había superado con creces a lo que sintió en la Luna". Motivo más que suficiente para sumergirse en las páginas de este libro y descubrir todos los detalles de un lugar que puede ser la puerta a un mundo desconocido y fascinante.
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