Yo siempre creí que los diplomáticos eran unos mamones (ed. Plaza & Janés, 2016) son las jugosas Memorias de Inocencio F. Arias, un libro que, como su título ya nos indica, se aleja de los políticamente correcto para invitarnos a realizar un revelador y entretenido recorrido por la historia más reciente, rebosante acidez y sentido del humor, de la mano de alguien que posee un asombroso currículum que nos anticipa un atractivo contenido:
Diplomático destinado en las embajadas de Bolivia, Argelia y Portugal para pasar después a prestar sus servicios en diferentes instituciones durante todos los gobiernos de la democracia hasta Zapatero (queda excluido Rajoy), siendo director de la Oficina de Información Diplomática, embajador ante la ONU y en el Consejo de Seguridad, realizando innumerables viajes junto a los diferentes presidentes del gobierno y al rey de España. Chencho Arias también ha sido directivo del Real Madrid y ha participado en varias películas, completando un periplo vital digno de ser compartido con unos lectores que no quedarán defraudados con las suculentas Memorias de este singular personaje.
Inocencio Arias (Almería, 1940) cuenta con una de las carreras diplomáticas más extensas y destacadas de la historia reciente de este país. Ha desempeñado labores diplomáticas en varios continentes y ocupado puestos relevantes con varios gobiernos de la democracia: secretario de Estado y subsecretario con el de Felipe González, embajador en la ONU con el de Aznar y portavoz de Exteriores, repetición insólita, con los de UCD, PSOE y PP. En la ONU fue presidente del Comité Mundial contra el terrorismo. Ha sido director general del Real Madrid. Actualmente está jubilado, pero colabora en medios de prensa, radio y televisión: El Mundo, Cadena Cope, El Periódico, entre otros. Ha publicado Confesiones de un diplomático (2006), y en Plaza & Janés Los tres mitos del Real Madrid (2002), La trastienda de la diplomacia (2010), junto a Eva Celada, Los presidentes y la diplomacia (2012), Mis mundiales (2014).
Las Memorias de Chencho Arias llaman la atención ya desde el título que toma prestada la frase inicial que da comienzo al libro. Una confesión provocadora que el autor explica en las primeras páginas desvelando cómo su imagen inicial sobre los diplomáticos cambió de forma casi milagrosa mientras realizaba el servicio militar. Arias compartía la imagen denostada de un oficio que se percibía de forma despectiva con descripciones como "un diplomático es una persona enviada al extranjero, para mentir para el bien de su país" o "un diplomático es alguien al que se le paga para intentar resolver los problemas que no habrían surgido si no hubiera diplomáticos".
Pero un episodio cambiará su visión sobre esta profesión y provocará que Inocencio Arias decida no ser notario, oficio al que parecía estar destinado, y se enfrente a diferentes escollos para hacerse diplomático y satisfaga así su interés por las relaciones internacionales que tenía desde que era un niño. No consiguió ser espía, como soñaba, pero por lo que comprobaremos a lo largo de las Memorias, su vida no ha estado exenta de peligrosas aventuras.
Después de narrar de forma breve su infancia y juventud, el relato de Inocencia se centra ya en su carrera diplomática, cuando entró en "el zoo diplomático", con sus destinos en las embajadas de Bolivia, Argelia y Portugal, que no sólo le permitirán asistir a acontecimientos trascendentales en estos países sino que le convertirán también en testigo, directo o indirecto, de otros episodios históricos como algunos de los momentos más tensos de la guerra fría, el golpe de estado y la muerte de Allende, la Guerra de Vietnam, la guerra del Yom Kipur, la crisis del Petróleo o la Revolución de los Claveles.
Éste es uno de los grandes aciertos del libro, su autor no sólo comparte las anécdotas y curiosidades de las que fue protagonista sino que también reflexiona y analiza los acontecimientos más trascendentales de las últimas décadas del siglo XX y de comienzos del XXI al mismo tiempo que su mirada se detiene también en otros aspectos más livianos como el mundo del deporte, la literatura o el cine. De esta manera podemos encontrarnos que por el relato de Chencho Arias desfilan personajes como Fidel Castro, el Che Guevara, Miterrand, Nixon, Jomeini, Clinton, Sarkozy, Bush o Thatcher, junto a otros como Julio Iglesias, Pelé, Gary Grant, Coppola, Vargas Llosa o Cruyff. Espionaje, golpes de estado, revoluciones y atentados serán protagonistas en un apasionante relato narrado con acierto por el autor, al mismo tiempo que nos desvela enredos y cotilleos abriéndonos la puerta a la trastienda de los principales acontecimientos históricos.
La llegada de la Transición a España dará comienzo a una nueva etapa también en su carrera, convirtiéndose desde ese momento en testigo privilegiado de las relaciones exteriores de nuestro país, desvelándonos los entresijos de los gobiernos de Suárez, González, Aznar y Zapatero, sin olvidar a Calvo Sotelo al que califica como "el gran olvidado de la Transición". El ingreso de España en la OTAN y en la Comunidad Europea, el 23-F, la guerra de Irak o la muerte de Bin Laden son sólo algunos de los episodios sobre los que Inocencio Arias nos hará mirar desde su perspectiva de privilegio, con su mirada ácida, sin pelos en la lengua, sin complejos y sin rehuir la polémica.
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