Con un estilo cuidado, un ritmo frenético y una ambientación exquisita, el autor teje una trama de acción, intriga y suspense que se lee de un tirón y en la que los giros son constantes gracias a unos personajes mezquinos movidos por la codicia, la ambición, la deslealtad y la traición.
MANUEL SÁNCHEZ - SEVILLA (Sevilla 1974) es un escritor sevillano que se caracteriza por narraciones sencillas y que nos transporta en el tiempo con sus novelas. Su debut literario, Como la vida misma, fue un compendio de relatos cortos donde la humanidad caracterizaba cada historia. Gaia Augusta (2011) fue su primera novela histórica y con la que ha cosechado éxito de críticas tanto en España como en Sudamérica. En El Enigma de las Seis Copas (2013) nos traslada a la Al-Andalus profunda, donde misterio y ciencia se dan la mano.
El contexto histórico de la novela nos sitúa en Sevilla, en 1809, un año antes de la llegada del ejército francés. Antes se habían producido una serie de episodios que presagiaban una caída pronta de la capital andaluza. Tras la derrota sufrida por el ejército napoleónico en Bailen, el Rey, José Bonaparte retrocedió con su Estado Mayor hasta Vitoria. La victoria de las tropas españolas ayudadas por las gentes de Jaén y el sofocante calor, había sido la primera sufrida por los franceses. El emperador no iba a consentir que aquello quedara impune, la honra y el prestigio de la grande armée, estaban en juego. Doscientos cincuenta mil soldados franceses llegaron a España comandados por el mismísimo emperador Napoleón Bonaparte desplegándose inmediatamente por todo el país. Los sitios de Zaragoza y Gerona fueron dos ejemplos de resistencia española, pero todo era inútil contra el ejército que había vencido en Austerlitz y conquistado media Europa, aniquilando a ejércitos bien pertrechados e invadiendo enormes cantidades de territorio. Tras derrotar a las afueras de Madrid al último contingente español, Napoleón llegó a la capital del país restituyendo en el trono a su hermano.
Ante las noticias de los saqueos y pillajes perpetrados por las tropas de Napoleón, los representantes de las principales familias de la ciudad de Sevilla y del clero se reúnen preocupados, no por el destino de la ciudad, sino por cómo proteger sus mayores riquezas. Sin más principios que mantener su condición y riqueza, deciden esconder sus posesiones en un lugar que sólo conozca una persona para evitar así traiciones y chivatazos. El elegido será maese Rodrigo, notario de la ciudad, uno de los personajes más conocido y respetados, alguien en el que todos confían y para el que no hay nada más importante que la reputación y el honor.
Un año después sólo Cádiz ha resistido la invasión francesa. Sevilla es ocupada y maese Rodrigo es asesinado dejando el secreto de la localización del tesoro en manos de María, una joven costurera, hija de panadero, que de forma fortuita se situará en el punto de mira de varios personajes dispuestos a todo con tal de hacerse con el tesoro. En primer lugar François Guillot, capitán de lanceros, "un joven francés decidido a ascender en el escalafón a toda costa, sin importar cuántos cadáveres tuviera que dejar en el camino para lograr su objetivo". El futuro de su carrera militar depende de encontrar el tesoro escondido por el notario.
Pero el tesoro también será codiciado por sus dueños, por un sicario sin escrúpulos y una dama ambiciosa y astuta. Mientras tanto María, ayudada por su novio carpintero y su peculiar cuadrilla de amigos, intentará descifrar los enigmas que la separan de un tesoro que puede cambiar sus vidas y comenzará una carrera para encontrarlo antes de que la encuentren a ella. Una carrera plagada de giros, planes truncados, improvisados sobre la marcha, alianzas inesperadas, codicia y traiciones.
El tesoro despierta los peores instintos de toda una serie de personajes de diferente pelaje, mezquinos, manipuladores, movidos por la codicia, persiguiendo a una joven que intentará conseguir su objetivo en "una ciudad en la que las paredes hablan y las calles observan resultará casi imposible guardar un secreto y menos esconder un tesoro".
La lectura nos permitirá recorrer las calles, lugares emblemáticos de la ciudad, conocer sus costumbres, el día a día de sus habitantes, desde las altas esferas a los bajos fondos, viajando por calabozos, palacios, iglesias, talleres o tabernas. La trama se desarrolla de forma muy amena y entretenida, el ritmo es muy ágil, los giros constantes con unos personajes que despiertan todo tipo de sospechas y recelos y que no tienen ningún reparo en traicionar y engañar con tal de conseguir sus objetivos. Y, además el tesoro, además de los "arcones con lingotes de oro, piedras preciosas, títulos de propiedad y un sinfín de objetos de valor reunidos allí por lo más granado de la sociedad sevillano". esconde un secreto que nos llevará hasta la sorpresa final.
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