lunes, 8 de junio de 2015

Crimen contra la Humanidad, de Alberto Vázquez-Figueroa

¿Puede una novela salvar vidas?

Con Crimen contra la humanidad (Ediciones B, 2015) Alberto Vázquez Figueroa vuelve a sorprendernos con otra novela que se convierte en una bofetada de realidad, la denuncia de una problemática que afecta a todo el planeta y todos los seres humanos, un crimen contra la humanidad que se está cometiendo con total impunidad.


Alberto Vázquez-Figueroa es un aventurero que ha plasmado en sus novelas su pasión por los viajes y por la aventura. Pero es también una persona comprometida socialmente y un visionario que nos ha desvelado problemáticas e injusticias que se están produciendo en el mundo sin que nadie haga nada y, además, aportando ingeniosas ideas para solucionarlas.

Desde que el año 1980 publicara Nuevos dioses, ¡una novela sobre la clonación!, muchas de sus obras han sacudido conciencias, especialmente Coltán, con la que se convirtió en el primero en denunciar que empresas multinacionales se estaban enriqueciendo con el preciado mineral a base de financiar sangrientas guerras en el Congo. La repercusión fue inmediata: el mundo supo reaccionar, cesaron las guerras y se salvaron vidas.

Después situó el punto de mira en la zona del Sahel en África con Hambre, para demostrar cómo la FAO y UNICEF se están equivocando con la ayuda humanitaria y realizar una sorprendente propuesta que, de llevarse a cabo, sería el camino para “reducir el hambre en el mundo”, una propuesta por la que ya se han interesado ONG’s y organizaciones como Cruz Roja.

Y cuando parecía que el autor había conseguido su obra definitiva, vuelve a sorprendernos con otra novela que no dejará indiferente a nadie y que señala a los responsables de un lento y cruel genocidio que está afectado a millones de hombres, mujeres y niños a lo largo de todo el planeta. No puedo contar más sobre de qué se trata porque estropearía la lectura, pero puedo asegurar que Vázquez-Figueroa vuelve a dar en la diana, no solo acusando sino aportando pruebas y señalando a los responsables que, como siempre ocurre en estos casos, se están enriqueciendo a costa de las vidas de otras personas, sin importarles las consecuencias.

El protagonista de la novela es el productor Roman Askildsen, quien recibe un sobre de Simon, su mejor amigo, enviado por éste desde un hospital cuando se encontraba moribundo después de sufrir un atraco. El sobre solo contiene una colilla y deja a Roman con muchas incógnitas sobre la muerte de su amigo y el enigma indescifrable que se esconde detrás del envío. Mientras se encuentra preparando el rodaje de una película sobre el ébola y los intereses de los laboratorios, se sumergirá en la investigación de la muerte de su amigo y el misterio sobre el envío, sabiendo que la persona que había confiado en él durante toda su vida, lo había hecho también en el momento de su muerte.

Comienza así una peligrosa aventura, en la que Roman se situará en el punto de mira de poderosos personajes dispuestos a todo para hacer callar a un protagonista que se encontrará con inesperados aliados. Y hasta aquí puedo leer…

Solo decir que en la novela encontraremos reflexiones y denuncias sobre temas como las pandemias, el terrorismo, la invasión tecnológica, la inmigración y otras injusticias. Pero ninguna tiene que ver con el tema central sobre el que Vázquez-Figueroa sitúa esta vez su mirada escrutadora e implacable. Un tema escandaloso sobre el que hay que actuar de inmediato antes de que sea demasiado tarde…

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