Blancanieves debe morir

“Dos asesinatos, una condena y un muro de silencio”

Blancanieves debe morir, de Nele Neuhaus (ed. Maeva, 2012) es el primer título de la serie de novelas policíacas protagonizadas por los comisarios Pia Kirchhoff y Oliver von Bodenstein, ambientadas en la pequeña localidad de Altenhain, situada cerca de Frankfurt.

La historia que hay detrás de esta novela es de lo más curiosa. La autora, después de estudiar derecho, historia y filología alemana, trabajó inicialmente en una agencia de publicidad. En el año 2000 opta por autoeditarse cansada de recibir solo respuestas negativas de las editoriales. Revisa el texto, lo aligera y pide una impresión de 500 ejemplares, que almacena en su garaje. De su segunda novela ya encarga mil ejemplares y unos años después consigue la cifra récord de 45000 ejemplares vendidos de sus cuatro novelas, sin el apoyo de ninguna estructura comercial. Finalmente, en 2009, un librero local la pone en contacto con la editorial Ullstein, que apuesta por ella, y publica todas sus novelas. Desde 2011 ha logrado estar con cinco títulos en las listas de los más vendidos de Alemania, y ha iniciado una vertiginosa carrera internacional.

Otro detalle de interés es que Nele Neuhaus dona casi todo el dinero recaudado por la venta de sus libros a una fundación creada por ella para fomentar la lectura. Además, participa en otros proyectos benéficos para recaudar fondos para el continente africano.

En cuanto a la trama de Blancanieves debe morir estamos ante una novela policíaca que contiene todos los elementos del género por lo que su lectura no defraudará a los aficionados al género negro.

Tres sucesos coincidentes en el tiempo sacudirán los cimientos de la pequeña población de Altenhain:

- El descubrimiento durante unas obras de un esqueleto humano en un antiguo aeródromo del Ejército norteamericano.

- El ataque contra una mujer que cae empujada desde un puente.

- El regreso a la localidad de Tobías Sartorius, después de haber pasado 10 años en la cárcel acusado del asesinato de dos jóvenes que desaparecieron del pueblo sin dejar rastro.

Pia y Oliver iniciarán una investigación en la que tendrán que descubrir si existe algún nexo de unión entre los tres acontecimientos. Al mismo tiempo, Amelie, una joven camarera de 17 años, gótica, algo excéntrica, que lleva 6 meses en el lugar viviendo con su padre, su madrastra y sus dos hermanastros, se interesa en el caso de Tobías, al descubrir que vive en la misma casa donde vivía una de las chicas a la que supuestamente asesinó Tobías, una joven a la que llamaban “Blancanieves”. Los detalles del caso despertarán su curiosidad al comprobar que todas las pruebas contra Tobías fueron circunstanciales y nunca aparecieron los cuerpos. Se identifica con el acusado porque “no había nada que odiara más que las injusticias, ya que al fin y al cabo ella también había sido víctima a menudo de acusaciones injustificadas”.

A las investigaciones de la policía y de Amelie, se añadirá la del propio Tobías, que vuelve al pueblo para empezar de nuevo, pero comprueba que ya nada es igual, ha arruinado la vida de sus padres y solo encuentra el rechazo de todos sus antiguos vecinos. Además, en su memoria hay una laguna de dos horas por lo que no recuerda lo que sucedió once años antes cuando desaparecieron las dos jóvenes que eran su ex novia y su novia en ese momento. Sintiéndose deudor con sus padres, decide comenzar una investigación para descubrir la verdad, aunque esta sea descubrir que él fue el asesino.

La trama se desarrolla con interés, conforme avanzamos vamos descubriendo los secretos que esconde cada uno de los habitantes del pueblo. En cuanto a las circunstancias personales de los dos personajes protagonistas, la novela se centra principalmente en Oliver quien, después de haber celebrado las bodas de plata, se enfrenta a una grave crisis en su matrimonio. Su situación será un ejemplo de todo lo que no hay que hacer para salvar un matrimonio que se desmorona.

Puedes comprar el libro en Popular Libros.