El último papa, de Michael Travis (ed. Bóveda, 2012) es un thriller entretenido que se adentra en el mundo de la alquimia y de las profecías de San Malaquías.
El protagonista de la novela es Konrad Polidori, un periodista alemán que llega a Italia para realizar un reportaje para su revista sobre el I Congreso de Alquimia que se va a celebrar en la isla de Ischia, cerca de Nápoles.
Konrad es un periodista inquieto, un ratón de biblioteca que está preparando un libro sobre la vida de Raimondo di Sangro, príncipe de Sansevero del siglo XVIII, también conocido como el “Príncipe alquimista”, y su posible relación con un controvertido cirujano, que realizó inquietantes experimentos.
Para cubrir el Congreso, Konrad contará con la colaboración de la fotógrafa Clare Senese. Juntos se dispondrán a entrevistar al profesor Albert Kurzweil, egiptólogo y esotérico, quien había anunciado que realizaría una revelación excepcional durante la celebración del evento. Pero el profesor es brutalmente asesinado, y Konrad encontrará su cadáver, quedándose con su cuaderno de notas.
A través de un enigmático diario del siglo XVIII y de diferentes pistas dejadas por el profesor, los dos protagonistas comenzarán una peligrosa investigación que les llevará hasta una misteriosa organización, Los Apóstoles Negros, una guardia especial encargada de ocultar el secreto mejor guardado del Vaticano.
Este tipo de novelas se suele resolver con descubrimientos estrafalarios sobre la persona de Jesucristo y secretos inconfesables sobre su vida supuesta ocultados por la Iglesia durante siglos. Afortunadamente, no es el caso de esta novela, por lo que es de agradecer que el autor nos ofrezca algo diferente y consiga sorprendernos con la original interpretación sobre la Profecía de San Malaquías, según la cual el sucesor de Benedicto XVI sería “el papa del Apocalipsis”.
Una novela de lectura fácil, sin grandes pretensiones, para pasar un buen rato.
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