La venganza del asesino par

“El asesino de un crimen perfecto debe ser par”

La venganza del asesino par, de Reyes Calderón (ed. Planeta, 2012) es la quinta novela de la magnífica saga protagonizada por la jueza Lola MacHor y secuela de El último paciente del doctor Wilson.

Tengo que reconocer algo nada más empezar esta reseña: soy fan de esta saga, me encanta el personaje de Lola MacHor y sus problemáticas personales y profesionales. Creo que simplemente por la riqueza del personaje ya vale la pena leer las novelas, pero si además la autora nos ofrece unas historias de intriga que enganchan de principio a fin, con un estilo fresco, desenfado y con sentido del humor, resulta imposible resistirse a degustar cada plato exquisito de este menú.

La venganza del asesino par es secuela de la anterior novela, El último paciente del doctor Wilson y mantiene el estilo que mezcla thriller psicológico y novela policíaca. Lo ideal es haber leído la anterior novela, pero la autora consigue ofrecernos una historia de lectura independiente que aclara todos los aspectos que no conozca el lector que se acerque a la historia por primera vez.

La novela está narrada desde el punto de vista de los tres personajes protagonistas, la jueza Lola MacHor, su marido Jaime Garache, y su amigo inseparable, el inspector de la Interpol Juan Iturri. Hay un cuarto punto de vista final, muy breve, pero también clave para el desarrollo de la trama.

En las primeras páginas encontramos a Lola preparándose para un día muy especial, que espera que sea inolvidable. Va a tomar posesión de su nuevo cargo como Magistrada del Tribunal Supremo. Sus deseos se harán realidad, pero de forma muy diferente a la que espera. La jueza se encuentra en la peluquería, preparándose para el acto y recordando las circunstancias especiales que la han llevado a ser elegida para el cargo contra todos los pronósticos, cuando recibe una sorprendente llamada de su marido. Jaime se encuentra en el aeropuerto, a punto de embarcar hacia Boston, donde pasará tres meses por motivo de su trabajo como director del CSIC.

La inesperada noticia es el último paso en una relación que, después de 29 años, parece que comienza a desmoronarse. Lola, una mujer de apariencia fuerte, es en realidad frágil e insegura, por lo que esta llamada hace que todo su aplomo se venga abajo. Para complicar aún más un día que ya ha comenzado torcido, recibe una carta de Rodrigo, el asesino que atrapó en la anterior novela y que lleva 2 años encerrado en una prisión federal de Estados Unidos.

Rodrigro es una de las personalidades del psiquiatra Marc Ross i Roví al que Lola dio caza después de una serie de crímenes con los que quería demostrar que se podía cometer el crimen perfecto. Cuando le arrestó, Lola le restregó por la cara que el crimen perfecto no existía, pero terminó la novela con una inquietante carta de Rodrigo en la que le pedía que escribiese su historia y, en caso de no hacerlo, le advertía que tendría serias consecuencias.

Lola había pasado un año tomando pastillas, asustada porque estaba convencida de que Rodrigo cumpliría su promesa de volver, y ahora aparece de nuevo en su vida, con una carta en la que afirma que había un cabo suelto en la anterior investigación y con una afirmación enigmática: “El asesino de un crimen perfecto debe ser par”. También le advierte sobre el comienzo de una nueva serie de asesinatos, pero Lola no quiere darle credibilidad.

Finalmente, ante la insistencia de Juan que está convencido de que algo no cuadra en lo relatado por Rodrigo, viaja a Estados Unidos acompañada por su amigo. Juan espera descubrir qué hay de verdad en la historia de Rodrigo y, de paso, aprovecharse de la situación sentimental de Lola, pero ésta solo tiene una idea en mente, restaurar la relación con su marido y averiguar la verdadera razón sobre su repentino viaje.

Las problemáticas personales entre los tres personajes, con un triángulo complejo que se debate entre el amor y la amistad, resultan nuevamente de gran interés. Destaca la defensa del amor como una decisión de compromiso y lealtad, que contrasta con el concepto desvirtuado que nos presenta nuestra sociedad. En cuanto a la trama policial, en un principio parece una secuela que no va a añadir nada a la anterior novela, pero conforme avanza la historia crece el interés convirtiéndose en una investigación convincente hasta un flojo final que no está a la altura de la intriga planteada.

A pesar de los altibajos, estamos ante una novela muy recomendable, con dos personajes enfrentados. Por una parte Rodrigo, obsesionado por demostrar que existe el crimen perfecto, y por otra, Lola, empecinada en demostrar lo contrario. En medio, una historia de amor con múltiples matices y otro trama secundaria que no puedo desvelar y que se alterna con la principal. Y, finalmente, una pregunta por contestar: ¿qué es un asesino par?

No lo dudes más, y engánchate a esta saga con una protagonista que te cautivará.

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