miércoles, 1 de febrero de 2012

La palabra se hizo carne, nuevo título de Donna León

“La avaricia está servida”

La palabra se hizo carne, Donna León (ed. Seix Barral, 2012) es el nuevo caso del comisario Guido Brunetti, una excelente novela policíaca con los ingredientes habituales de la serie, ambientada en esta ocasión en el mundo de la industria alimentaria.


Los aficionados al género policíaco disfrutaremos nuevamente con el personaje de Brunetti, luchando contra el crimen en Venecia. Culto, honesto, amante de la ley (aunque no siempre la cumple en sus investigaciones ya que entre la ley y la justicia, Brunetti opta por la justicia), sibarita en lo gastronómico, hombre de familia con un toque machista, lector de los clásicos y convencido de que la literatura es una buena fuente de información sobre cómo es y cómo vive la gente.

En esta ocasión Brunetti se enfrenta a un complejo caso que comienza con la aparición del cadáver desfigurado de un hombre flotando en un canal de la ciudad. El fallecido no lleva ningún tipo de documento ni identificación, tampoco hay denuncias de desaparecidos y la única pista que es que sufría una extraña enfermedad genética. El comisario tiene la intuición de que conoce a la victima pero no consigue recordar dónde la había visto. ¿Quién es este hombre sin rostro ni pasado? ¿Quién y por qué lo eliminó? Un caso sin apenas información es un reto para el comisario Brunetti, que deberá sumergirse en las zonas más desconocidas de la siempre inquietante Venecia.

El caso se desarrolla de forma convincente, como suele ser habitual en las novelas de Donna León. El comisario “siempre había dado por sentado que mucha gente actuaba movida por la avaricia. La lujuria o los celos podían llevar a alguien a cometer impulsivos actos de violencia, pero para explicar la mayoría de los delitos, sobre todos los que se cometían a lo largo del tiempo, la avaricia era una apuesta segura”, ¿sería así en esta ocasión?

Además de la trama policíaca, la escritora se adentra de nuevo en problemáticas sociales de actualidad, realizando una denuncia de prácticas ilegales. Al mismo tiempo asistimos a las vicisitudes de Brunetti, con pérdidas de memoria que acrecientan su aprensión y su particular lucha contra los avances tecnológicos aún sabiendo de lo absurdo y contraproducente de sus prejuicios.

Aunque en esta ocasión Brunetti tendrá que salir de su jurisdicción y colaborar con otro comisario, la ciudad de Venecia vuelve a ser protagonista, con una degradación constante y la infiltración de la mafia ante la pasividad de las autoridades políticas y de su propio jefe. En sus novelas “Venecia se convierte en una metáfora a partir de la cual se pretende explicar una sociedad y una época”.

Al lado de Brunetti aparecerán nuevamente su ayudante Vianello y Elletra, su secretaria. Por supuesto, su esposa también tendrá su espacio, aunque en esta ocasión menor. El personaje de Paola es todo un acierto. Es el contrapunto de Brunetti; de familia noble, pero fervorosa en su defensa de la ideología de izquierdas.

La palabra se hizo carne mantiene el nivel de la serie y no defraudará a sus seguidores.

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2 comentarios:

Anónimo dijo...

buena critica pero el ayudante se llama Vianello

Miguel Ángel dijo...

¡Gracias por la corrección!