La novela comienza con un macabro descubrimiento en un pequeño pueblo de Irlanda. El cartero del pueblo descubre tres cadáveres en casa de Moira, una vecina extravagante y distante que hace años que vive sola y apartada en su gran casa. Los cadáveres corresponden a dos hermanas jóvenes, Fiona y Roisin, huérfanas y sobrinas de Moira, y a ésta última. Los cuerpos de las jóvenes están en un estado esquelético y con señales de haber estado esposadas.
Los detalles morbosos de las muertes despiertan el interés de prensa y población, y comienzan a circular múltiples teorías sobre la terrible pesadilla vivida por las jóvenes dentro de la casa. Pero la investigación se cerrará sin frutos ante la impotencia de la policía por no encontrar ninguna pista sólida sobre lo ocurrido.
Unos días más tarde Niall, un joven empleado de correos, descubre en la oficina un paquete abandonado enviado por Fiona antes de morir. Está dirigido a “Cualquier persona – Oficina de correos”, con un anuncio premonitorio “Cuando leas esto ya estaremos muertas. Lee este relato solo para recordarnos”. Su contenido es un diario en el que Fiona declara que ella y su hermana Roisin han cometido un asesinato, y cuenta su historia: cómo ella y sus hermanas conocieron a Jim, un cuenta cuentos cautivador y peligroso, el hombre que cambiaría sus vidas para siempre.
La lectura del diario atrapará a Niall y cambiará su vida, sumergiéndole en un relato oscuro, obsesivo, un juego diabólico que se remonta a tres años atrás y que le permitirá reconstruir una inquietante historia que le ofrecerá las claves para descubrir la verdad.
Obsesiones, asesinatos, secretos; Cuando leas esto yo yo estaré muerta nos ofrece una lectura entretenida con una seria advertencia: cuidado con enamorarte de quién no debes.
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