martes, 18 de octubre de 2011

"Mossad, los verdugos del Kidon"

“Mossad, los verdugos del Kidon”, de Eric Frattini (Atanor Ediciones, 2011) es un impresionante libro sobre 19 operaciones secretas llevadas a cabo por los kidones, los vengadores dependientes de la unidad de operaciones especiales del espionaje israelí, los elegidos para ser “el Bisturí de Israel”.


Estamos ante un libro que se lee de forma compulsiva, con un estilo narrativo propio del mejor thriller de espías. No hay tregua para el lector, que queda enganchado desde la primera página. El autor ha conseguido ofrecernos una obra minuciosa en los datos, pero ágil en su desarrollo narrativo, por lo que estamos ante un libro muy entretenido a la vez que riguroso en su contenido.

La fascinación que nos producen los detalles de cada operación se convierte en estremecimiento cuando nos damos cuenta de que no estamos ante una obra de ficción, sino que nos encontramos ante un relato real con episodios y personas que han protagonizado episodios de lo más repugnante en la historia de la humanidad.

La calidad del libro no es una sorpresa, ya que su autor, Eric Frattini, nos ofrece las mejores garantías. Fue corresponsal en Oriente Medio, residiendo en Beirut y Jerusalén, cubriendo algunos de los episodios narrados en el libro. Es autor de más de una veintena de ensayos relacionados en su mayoría con servicios secretos, también ha escrito tres novelas que han sido traducidas a catorce lenguas, ha dirigido varios documentales de investigación y ha dado diversos cursos y conferencias sobre seguridad y terrorismo islámico. Con este currículum, no es extraño que nos encontremos ante una obra brillante, que aporta luz sobre los aspectos más oscuros de nuestra reciente historia.

“Mossad, los verdugos del Kidon” nos relata los entresijos y secretos de 19 operaciones secretas llevadas a cabo por los “kidones”, miembros del servicio secreto israelí encargados de eliminar a los enemigos de su país, practicando el “ojo por ojo, diente por diente”. Su misión es vengar los agravios cometidos a su pueblo, para lo que tendrán que espiar, matar y secuestrar. Las operaciones se presentan en orden cronológico y abarcan desde el año 1960 hasta el 2011.

Además de las múltiples anécdotas y datos curiosos que el autor nos aporta, el libro es rico en información, mucha de ella clasificada, aportando también documentación adicional que completa un menú irresistible. Cada capítulo finaliza con una breve reseña biográfica de los protagonistas, para conocer qué ocurrió con ellos después de la operación. Encontramos también un amplio dossier fotográfico y varios anexos con un curioso glosario de términos del MOSSAD y una amplia bibliografía, además de unas reseñas biográficas de los 11 directores del Mossad, desde Reuven Shiloah en 1951, el padre de la moderna organización de servicios de inteligencia israelí, hasta el actual director, Tamir Pardo, en el cargo desde el 1 de enero de 2011 y con un objetivo primordial en su mandato, “el Irán nucelar”.

En 1951, David Ben Gurion, primer ministro israelí, creó el Mossad y, dependiendo de éste, una unidad secreta que “sólo podría ser conectada y desconectada por el primer ministro”. Así nació el Kidon, o bayoneta, cuya misión queda perfectamente descrita en estas palabras de Rafi Etian al magnate judío Robert Maxwell, curiosamente una de sus posteriores víctimas: “nuestra tarea es hacer historia y luego ocultarla. En general somos honrados, respetamos el gobierno constitucional, la libertad de expresión y los derechos humanos. Pero al fin entendemos también que nada debe interponerse en lo que hacemos”.

Aunque las operaciones se presentan en orden cronológico, podemos agruparlas por diferentes temas. Como no podía ser de otra forma, las dos primeras tienen como protagonistas a los oficiales nazis que, gracias a la colaboración extranjero, incluidos los servicios secretos del Vaticano, consiguieron huir a países de Sudamérica. Éste fue el origen de las operaciones secretas del Mossad, dispuesto a no pasar páginas y conseguir que “el largo brazo de la justicia de Israel” llegase a cualquier parte del mundo. La increíble operación “Garibaldi” con el secuestro en Argentina y traslado a Israel de Adolf Eichmann, responsable de la masacre de millones de judíos,  fue el punto de partida de otras operaciones, como “Riga”, en las que los judíos saldaron cuentas con sus verdugos y pusieron al “Instituto” en la primer línea del espionaje mundial.

A partir del año 1967 cambió la estrategia del Mossad, su objetivo ya no eran los criminales de guerra nazis, sino los terroristas palestinos de organizaciones como el Frente Popular para la Liberación de Palestina o Septiembre Negro. Concretamente, este último grupo, despertó la ira de Israel con su masacre de atletas judíos en los Juegos Olímpicos de Munich’72.

Golda Meir dio luz verde a la operación “Ira de Dios”, firmando la sentencia de muerte de los 35 terroristas responsables de la matanza. Esta operación comenzó en al año 1972 y no concluyó hasta el año 1979, englobando otras operaciones como “Diamante”, en la que el Mossad y la Santa Alianza del Vaticano colaboraron para salvar la vida de Golda Meir; Primavera de la juventud”, una incursión militar del Kidón y las fuerzas especiales del ejército israelí en Beirut para terminar con los responsables de Septiembre Negro; “Barba azul”, el asesinato del responsable de Septiembre Negro en Europa y, finalmente, la operación “Príncipe Rojo” con la muerte del máximo líder de Septiembre Negro. Entre medias asistiremos a la operación “Rayo”, con un espectacular rescate de rehenes y ejecución de sus secuestradores en Uganda.

La problemática nuclear también será objeto de atención por parte del Mossad, usando a sus “kidones” en las operaciones “Átomo”, “Vanunu” y “Neutrón” para evitar el desarrollo nuclear iraquí en los años ochenta, o el iraní en la actualidad. Las operaciones para eliminar a altos dirigentes de las organizaciones terroristas árabes nos ofrecerán una amplia gama de métodos para asesinar a estos terroristas que superan con creces las más imaginativas obras de ficción. Destaca entre ellas la operación “Ingeniero”, eliminando al responsable de explosivos de Hamás a través de un teléfono móvil, la operación “Venganza” con el asesinato del jeque Ahmed Yassin con un misil dirigido hacia una señal que salía de su silla de ruedas y, finalmente, la operación “Humo” con un explosivo situado en el reposacabezas del coche del jefe militar de Hezbolá.

Para acabar me gustaría destacar también la operación “TYCOON”, desarrollada en las aguas canarias, con Robert Mawxell, magnate de la prensa, como protagonista, un hombre cuya vida estuvo rodeada de misterio, desde su nacimiento hasta su muerte.

Con estupor llegamos al final de un libro que nos muestra, en primer lugar, que la crueldad y el salvajismo de los enemigos de Israel en nada son comparables a los métodos usados por los judíos. No es justo situar al pueblo de Israel en el mismo plano que las organizaciones terroristas y los países árabes que solo buscan su anaquilación. Pero esta realidad no debe justificar la cuestionable estrategia llevada a cabo por los servicios secretos israelíes con la autorización de su gobierno, como queda reflejado de forma detallada en el libro. Aparte de los irreparables errores cometidos en algunos de los casos, las operaciones descritas demuestran que, finalmente, la violencia contribuye a generar más violencia. La venganza no puede ser la motivación de las acciones de un país democrático. El "ojo por ojo, diente por diente" no es un llamado a la venganza, sino a un castigo que se corresponda con el delito cometido, pero siempre en el ámbito de la justicia.

Puedes comprar el libro en Popular Libros.

Únete al grupo de facebook "Me gustan los libros", la Reserva Natural de los Mamíferos Devoradores de Libros, y comparte tu opinión sobre éste y otros libros.

No hay comentarios: