“El invierno del comisario Ricciardi”, de Maurizio de Giovanni (ed. Lumen, 2011) es el primer título de una serie de novelas policíacas protagonizadas por el comisario Ricciardi, un policía atípico con un don sobrenatural. El personaje nació como protagonista de un cuento y tuvo tanto éxito que dio lugar a una serie que cuenta ya con cuatro novelas.
La novela se desarrolla en el año 1931, con Italia sufriendo durante 9 años el régimen fascista de Mussolini. Luigi Alfredo Ricciardi tiene 31 años y es comisario de policía de la brigada móvil perteneciente a la Real Jefatura de Policía de Nápoles.
El personaje de Ricciardi aporta un elemento novedoso al género policíaco, ya que estamos ante un policía que tiene un don sobrenatural heredado de su madre, puede ver a las víctimas de muertes violentas y observar su expresión final justo antes de morir así como sus últimas palabras pronunciadas. Desde muy joven había descubierto el don, que se había convertido en una condena, ya que podía llegar a sentir sus emociones, captar el dolor, la sorpresa, la rabia, la melancolía e incluso el amor. Cada visión se convertía en una nueva cicatriz para su alma.
Sobrepasado por la carga de su don, decidió estudiar derecho e ingresar en la policía para “aligerar aquel peso, y sepultar a los muertos en el mundo de los vivos”. Aunque era el hijo de un difunto barón y podría haber vivido de las rentas de su familia, decidió ocultar sus bienes y su título y dedicarse enteramente a su trabajo. Era un solitario, no tenía amigos. Se entregaba obsesivamente a su trabajo, cuando iniciaba un caso no paraba hasta dar con la solución y meter al culpable en la cárcel.
Ricciardi tenía una personalidad compleja y atormentada. Era un incomprendido. Sus compañeros le evitaban; sus superiores temían que sus éxitos y su dedicación al trabajo fuesen fruto de una ambición desbocada; sus subordinados no entendían sus silencios, su frialdad; los supersticiosos sospechaban de sus métodos extravagantes que siempre terminaban dándole la razón.
A pesar de ser generoso con compañeros y subordinados, solo uno le tenía verdadero aprecio, el sargento Raffaele Maione. Por razones que conoceremos en la historia, Riccioli se había ganado su aprecio y admiración y Maione se había convertido en su compañero y contrapunto, formando un equipo ideal.
En esta ocasión se enfrentarán a la muerte del tenor Arnaldo Vezzi en los camerinos del Teatro San Carlo de Nápoles. El caso será complejo porque el tenor era admirado por su talento y contaba entre sus admiradores y amigos al mismo Mussolini. De esta forma, presionado por las autoridades, Riccioli comenzará una investigación con el sabor clásico del género: interrogatorios a testigos, reconstrucción de los hechos de la vida del asesinado y selección de móvil y sospechosos. La visión sobrenatural que Riccioli tendrá de la víctima añadirá más confusión al delicado caso.
La lectura de esta novela es toda una delicia, no solo por las características peculiares de su personaje, sino también por lo interesante de la intriga policial y por el estilo del autor que, de forma amena, ágil y sencilla nos transporta a una época de triste recuerdo para los italianos.
Puedes comprar el libro en Popular Libros.
2 comentarios:
Apunto a este libro y a su autor, si dices que la lectura es una delicia no lo puedo dejar pasar
Besos
Lourdes
De momento el argumento me suena mucho de una serie televisiva que davan no hace mucho por la tv
Publicar un comentario