"La resurrección de los muertos"

“La resurrección de los muertos”, del escritor austriaco Wolf Haas (ed. Siruela, 2011) es la primera novela de la serie protagonizada por el detective Simon Brenner. Muchas de sus novelas han sido galardonadas con el Premio Alemán de Novela y en este título podemos encontrar dos características de sus obras, una narración fresca, llena de ironía, y un protagonista diferente, un antihéroe lleno de debilidades y limitaciones.

La narración comienza en el mes de septiembre, en Zell am See, una apacible localidad alpina austriaca donde la vida transcurre con tranquilidad y lentitud. El lugar podría parecer un punto minúsculo perdido en la geografía centroeuropea, pero era un conjunto próspero gracias al turismo de invierno y a la nieve, su “oro blanco”, formado por “diez mil habitantes, cuarenta hoteles, treinta tres miles, cincuenta y ocho teleféricos, un lago y un detective”.

El detective es Simon Brenner, un ex policía que llegó a la localidad en el mes de diciembre, formando parte del equipo de policía encargado de investigar el asesinato de una pareja de acaudalados norteamericanos, cuyos cuerpos aparecieron congelados en un telesilla.

La investigación resultó un fracaso, sin testigos, ni pistas, ni huellas, ni móvil, y la policía dejó el caso en el mes de enero sin haber encontrado al culpable. Poco después, Brenner renuncia a su puesto, por una serie de enfrentamientos con su nuevo jefe.

Brenner aparece en el mes de marzo en Zell, esta vez al servicio de la agencia de detectives contratada por la compañía de seguros americana. Seis meses después, el caso sigue estancado y Brenner tendrá que seguir escarbando en los secretos de los vecinos de Zell, sumidos en el hermetismo, y también en los misterios de su oscuro pasado.

La novela está narrada en primera persona por alguien sin identificar, que nos irá describiendo las peculiaridades de Brenner y nos presentará a los diferentes habitantes de la localidad relacionados con el caso.

El protagonista es el gran acierto de la novela, tiene 44 años, es un antihéroe, un tipo melancólico, desesperadamente tranquilo y lento, sin ambición, al que le cuesta concentrarse y se despista fácilmente en los interrogatorios. A pesar de sus limitaciones, la novela comienza adelantándonos que finalmente conseguirá resolver el caso, aunque no le resultará nada fácil.

Estamos ante una novela sin grandes pretensiones, pero que entretiene y nos ofrece un protagonista con un toque diferente a lo que encontramos habitualmente en el género.

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