“La sombra del viento”, de Carlos Ruiz Zafón es una de esas joyas que aparecen muy de cuando en cuando y que reivindican el placer de la lectura. Escrita en el año 2001, la novela fue ganando lectores por medio del boca a boca hasta terminar superando la cifra de más de diez millones de ejemplares vendidos en todo el mundo. Todo un fenómeno literario producto, no del marketing, sino de la calidad de una historia inolvidable.
La novela comienza en el verano de 1945 en Barcelona, con Daniel Sempere, a punto de cumplir los 11 años, acompañando a su padre al Cementerio de los Libros Olvidados. Daniel se había criado entre libros ya que su padre tenía una librería especializada en ediciones de coleccionista y libros usados.
El Cementerio de Libros es un lugar enigmático, nadie sabe a ciencia cierta desde cuándo existe, o quiénes lo crearon. “En este lugar, los libros que ya nadie recuerda, los libros que se han perdido en el tiempo, viven para siempre, esperando llegar algún día a las manos de un nuevo lector, de un nuevo espíritu”, “Este lugar es un misterio, Daniel, un santuario. Cada libro, cada tomo que ves, tiene alma. El alma de quien escribió, y el alma de quienes lo leyeron y vivieron y soñaron con él. Cada vez que un libro cambia de manos, cada vez que alguien desliza la mirada por sus páginas, su espíritu crece y se hace fuerte”. El comienzo del libro es genial y consigue engancharnos de forma compulsiva hasta el final.
La tradición es que todo el que visita el lugar por primera vez debe “escoger un libro y adoptarlo, asegurándose de que nunca desaparezca, de que siempre permanezca vivo”, adoptando un compromiso de por vida. Daniel escoge “La sombra del viento” de Julián Carax y queda hechizado por la historia. Daniel quiere saber más sobre el autor y leer el resto de sus obras.
A partir de aquí comienza una fascinante historia en la que Daniel descubrirá que todo lo que envuelve a Carax está lleno de misterio. Pasarán los años y el joven descubrirá que los acontecimientos que le suceden están relacionados con los episodios de la vida del escritor, que irá desgranando poco a poco entre las red de mentiras que alguien ha tejido en torno a su persona.
Daniel irá creciendo y perderá la inocencia en una Barcelona de postguerra que sufre la represión del régimen franquista. Por la novela desfilarán personajes inolvidables, como Fermín, Clara, Bea, el inspector Fumero, etc, que nos harán reír y llorar, amar y odiar por igual. La novela es una mezcla de géneros donde encontramos humor, misterio, amores, desamores, pasión por la literatura, venganzas, amistad, traiciones, secretos inconfesables, amistad, odios, venganzas, corazones destrozados, sueños rotos, nostalgia, desencuentros y, a lo largo de todo el libro, una emotiva historia de amor entre padre e hijo que llega a emocionarnos en varios episodios.
Estamos ante un libro magistral que podemos resumir en la descripción que el protagonista hace de la novela de Julián Carax, “Ésta es una historia de libros. De libros malditos, del hombre que los escribió, de un personaje que se escapó de las páginas de una novela para quemarla, de una traición y de una amistad perdida. Es una historia de amor, de odio y de los sueños que viven en la sombra del viento”.
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