El autor ya nos hizo disfrutar con su anterior libro “La historia del mundo sin los trozos aburridos”, invitándonos a pasear por la historia, resaltando las situaciones y anécdotas que nos dan una perspectiva diferente de los grandes acontecimientos históricos.En este nuevo libro el autor vuelve a realizar una viaje original, ameno y divertido por la historia, pero esta vez centrándose en las marca, “un mundo mucho más antiguo y complejo de lo que parece a simple vista”.
El libro plantea una hipótesis apasionante, “de haber existo el concepto de marca en el pasado, ¿cuáles habrían sido éstas?”. Para dar respuesta a esta pregunta, el autor realiza una visión general de los productos más codiciados en una época determinada, presentándola en orden cronológico.
Como la marca es un concepto que hoy día se aplica tanto a objetos como a personas, el libro nos ofrece otro añadido original, al final de cada capítulo se incluye un listado de las diez personas más representativas de cada época, en lo que sería “la lista Tim-Forbes de la Historia”.
El concepto de marca se define como “aquel signo de identidad que permite a una persona o colectivo organizarse simbólicamente”, por lo que el autor se remonta a la antigüedad para buscar la aparición del pensamiento simbólico. Después descubriremos cómo el comercio modeló el mundo desde Sumer hasta el día de hoy.
Resulta de lo más curioso comprobar que el marketing comenzó a utilizarse en las civilizaciones egipcia y mesopotámica, con mercancías selladas con logotipos. El auge del comercio creó productos glamurosos como la seda y tinta chinas, el cedro el Líbano, la púrpura de Tiro o el papel de Pérgamo. Las primeras “estrellas Michelín” las concedió Ateneo en el siglo III, señalando a los siete cocineros más importantes del mundo antiguo.
La Edad Media nos llevará Japón, “el país de las marcas milenarias” y nos muestra las marcas más antiguas en Europa. Las especias, la porcelana, el Camino de Santiago, el negocio de los milagros o de las indulgencias también son protagonistas de una época en la que Europa pasó de únicamente importar productos de lujo a convertirse en la principal productora.
En la Edad Moderna comenzamos con un personaje clave en la historia, Johannes Gensfleisch, Gutenberg, y con la imprenta, que significó “una mayor y más libre circulación de ideas”, para conocer después cuál fue la primera editorial de éxito.
Ya en el siglo XVI encontramos un negocio que, desgraciadamente, ha perdurado hasta el día de hoy, el maestro Bartolomeo Beretta es el fabricante de armas más antiguo. También en este siglo se sitúa la primera marca española y la más antigua todavía en activo. Una pista, está relacionada con una bebida alcohólica…
En el siglo XVII se produjo una burbuja que fue precursora de la actual producida en el mundo inmobiliario, aunque el producto fue el tulipán. Viajaremos a Versalles, en aquella época el centro de la moda y del mundo y conoceremos la primera revista de moda publicada.
A partir del siglo XVIII y hasta la época contemporánea, se suceden los relatos del nacimiento de marcas como Stradivarius, Twinings, Tiffany, Levi Strauss, Kellogg’s, Bacardí, Nestlé, Wagons-Lits, Beefeater, Mercedes-Benz, Maggi y, por supuesto, Coca-Cola, la bebida universal.
El siglo XX nos deparará el nacimiento de marcas míticas que siguen siendo referentes, como Disney, McDonald’s, Ford, Hollywood, Danone, Ikea, Lacoste y, a partir de 1975 la revolución digital con el nacimiento de Microsoft Corporation, a la que siguieron Apple, Google, Wikipedia, Twitter, Facebook, etc. Cada marca tiene una historia y una sucesión de anécdotas en torno a su nacimiento que convierten la lectura en una aventura apasionante. Libros como este son de agradecer ya que nos ayudan a conocer nuestro pasado de una forma amena, en muchos casos divertida. Y conocer nuestra historia es una forma de poder conocernos a nosotros mismos.
Reseña publicada en MujerdeHoy.
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