"Cobra", de Frederick Forsyth

“Cobra”, de Frederick Forsyth (ed. Plaza & Janés) es un gran thriller protagonizado por un personaje muy peculiar que recibe un encargo que parece imposible, terminar de forma definitiva con el negocio de la cocaína.

La novela comienza con un episodio en apariencia intrascendente que terminará desencadenando una guerra a nivel mundial. El presidente de los Estados Unidos se interesa por una de sus camareras, cuyo nieto ha muerte a la edad de 15 años. Sintiéndose identificado con el joven, el presidente solicita a la DEA un informe sobre el negocio de la cocaína.

Las conclusiones del informe resultan demoledoras, la cocaína mueve billones de dólares cada año y su consumo provoca un número incalculable de muertes. El 70 % de los delitos de la calle en Estados Unidos y Europa están relacionados con la cocaína. Además, gran parte de sus beneficios se utilizan para financiar otros delitos. El presidente comienza una cruzada dispuesto a destruir la industria de la cocaína, pero es consciente de que tendrá que enfrentarse con algunos de los hombres más violentos y despiadados del mundo, por lo que encargará la misión al único hombre que puede enfrentarse a ellos, John Deveraux, alias Cobra.

Cobra tiene un currículum impresionante, fue educado por los jesuitas y durante años fue el jefe de Contrainteligencia de la CIA, después fue jefe de Operaciones Especiales de la Compañía y casi atrapó y asesinó a Bin Laden. Dos años antes, cesó en la Agencia por razones que se irán desvelando. Cobra es implacable, no tiene escrúpulos, odia la corrección política y los protocolos y acepta el encargo consciente de que se encuentra ante una guerra en la que “únicamente se trataba de ganar o perder, y perder era imperdonable”.

Deveraux recibe un cheque en blanco del presidente para llevar a cabo el Proyecto Cobra, acumulando en su persona más poder que el que había tenido nadie que estuviese por debajo del presidente en décadas. Cobra exige recursos ilimitados y forma un equipo de élite, con un experto en informática y un ex banquero de Wall Street que controlarán todo lo relacionado con comunicaciones y finanzas, pero destaca especialmente Cal Dexter, un ex militar condecorado, ex cazarecompensas y abogado, que se convertirá en la mano derecha de Cobra y recorrerá medio mundo durante meses moviendo todos los hilos y preparando un plan tejido de forma meticulosa para terminar con los cárteles de la cocaína.

El Proyecto contará con la colaboración del gobierno británico y colombiano, pero tendrán enfrente al cártel de la Hermandad, que controla el 90 % de la cocaína colombiana. Derrotarlos va a ser complicado, porque el amplio margen de beneficios que deja la cocaína garantiza que “los operadores puedan permitirse pagar los mejores equipos, tecnología, armas y experiencia” y les permite emplear a las mentes más brillantes y sobornar a funcionarios. Además, hay casi 20 intermediarios entre el cártel y el consumidor final, por lo que desenredar la madeja se convertirá en un ejercicio casi imposible.

Finalmente, el Proyecto requiere que los gobiernos acepten una guerra en la que no hay reglas y nadie debe hacer preguntas después, ¿estarán dispuestos a aceptarlas y a pagar el alto precio que requiere terminar con el negocio de la cocaína?

Interesante novela, de lectura muy amena, que nos adentra con todo lujo de detalles en un negocio que llena muchos bolsillos mientras destroza millones de vidas de forma irreparable.

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