"La tumba de Alejandro", de Valerio Massimo Manfredi

“Este libro recorre la aventura de una tumba, la del más famoso personaje de la Antigüedad, Alejandro III de Macedonia llamado el Grande, y el mito que se formó en torno a él y se desarrolló a través de los siglos más allá incluso del final del mundo antiguo”.

“La tumba de Alejandro”, de Valerio Mássimo Manfredi (ed. Grijalbo, 2011), es una interesante investigación histórica en la que el autor de la trilogía de “Alexandros” nos hace viajar por la historia con un ritmo ágil y trepidante como si estuviéramos ante una de sus apasionantes novelas históricas.

En la trilogía novelada, el autor “retrató al hombre y narró la vida del rey de Macedonia que cambió por completo la faz del mundo conocido”; ahora, en esta obra de investigación, Manfredi arrastra al lector al corazón del enigma realizando “una reconstrucción minuciosa de uno de los misterios más fascinantes de la Antigüedad”.

En el comienzo del libro el autor nos sitúa ante el gran enigma de la desaparición de un sepulcro que durante siete siglos fue venerado en la ciudad de Alejandría hasta que, en pocos años, se perdió por completo el rastro. A lo largo de la investigación Manfredi cita y analiza cada una de las referencias históricas sobre el itinerario que siguieron los restos de Alejandro desde su fallecimiento en Babilonia, pasando por las increíbles peripecias de una caravana que llevó su sepulcro móvil hasta Egipto, para terminar ubicado en la ciudad de Alejandría.

Antes de entrar en el peregrinaje de los restos del cuerpo de Alejandro, el libro se detiene en las enigmáticas circunstancias que rodearon la muerte del conquistador, presentando las diferentes hipótesis que se han manejado sobre lo que le ocurrió realmente en Babilonia. También se señala el impacto que causó la noticia de su muerte en todo el mundo antiguo. Se realiza una comparación muy interesante entre las semejanzas y diferencias entre la muerte de Alejandro y la de Jesucristo.

Después, la investigación se adentra ya en el misterio sobre su sepulcro, citando las fuentes antiguas que hacen referencia a la tumba de Alejandro para cribar las leyendas y rumores y encontrar así la senda de la verdad sobre la ubicación del sepulcro, “estudios importantes y autores de prestigio se han ocupado de la ardua investigación. Quien esto escribe ha tratado de seguir su recorrido hacia una meta enigmática y elusiva como los espejismo del desierto”.

El desarrollo de la investigación le sirve también al autor para ofrecernos un cuadro del contexto histórico de la época magníficamente trazado, destacando la ciudad de Alejandría que “encarnaba el espíritu mismo de su Fundador: hiperbólica, turbulenta, audaz, soñadora, pero también culta, ordenada, racional; la ciudad nacía para atraer talentos de cualquier parte del mundo porque se presentaba como el lugar en el que todo era posible, en el que cada sueño podía hacerse realidad”.

Una vez que el rastro de la tumba de pierde, el libro da un salto en el tiempo hasta el siglo XIX con el inicio de la fiebre de la egiptología que provocó una caza del tesoro que atrajo a todo tipo de personajes como buscadores de tesoros, saqueadores de tumbas, médiums y, eso sí, también científicos. Comenzó de nuevo el interés por encontrar la ubicación de la tumba de Alejandro con todo tipo de hipótesis formuladas por personas de todos los ámbitos que se han sentido fascinadas por la figura de “un joven invencible, luminoso y oscuro, pensativo y feroz, encarnación del esplendor y del miedo y de todas las contradicciones del género humano”.

¿Dónde se encuentra la tumba? Conforme avanza el libro nos daremos cuenta de que la respuesta a la pregunta es casi lo menos importante de esta fascinante investigación…

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