El thriller “Ultimátum” de Matt Glass (ed. Paidós, 2009), realiza un ejercicio imaginativo sobre cómo podría estar la situación mundial dentro de 25 años. El protagonista de esta novela es Joe Benton, candidato demócrata y recién elegido presidente. Su elección ha supuesto un soplo de aire fresco después de una legislatura nefasta del presidente republicano. La campaña de Benton ha transmitido esperanza, prometiendo diálogo exterior, transparencia y preocupación por los más necesitados.
Creo que los parecidos con Barack Obama son más que razonables. Benton, cuando toma posesión del cargo abre los ojos a una realidad diferente y se da cuenta de que no podrá cumplir algunas de las promesas estrellas realizadas durante la campaña practicando lo que se denomina la “realpolitik” (otro parecido con Obama). También comprueba que la naturaleza del poder conlleva “tener que afrontar exigencias que no se adecuaban a los propios planes”.
El mundo se dirige hacia su destrucción: subida del nivel del mar, aumento de las tormentas, alteración del patrón de lluvias, alteración de los patrones de crecimiento, alteración del radio de acción de las enfermedades, y desertificación. Los protocolos de Kioto han fracasado por falta de eficacia, los países han pensado que podían mantener el crecimiento económico y conseguir con parches que el medio ambiente se mantuviese en su estado.
Joe Benton reconoce que las generaciones anteriores han fracasado por no estar dispuestos al sacrifico, pero ha llegado el momento de tomar decisiones impopulares pero imprescindibles. Con el protocolo de Kioto 4 a la puertas Benton tendrá que tomar decisiones que van en contra de lo que ha prometido en campaña. Aconsejado por sus asesores valorará la opción de apoyar Kioto, con el riesgo de que todo siga igual o retomar unas negociaciones secretas que su anterior presidente comenzó con el gobierno chino.
La narracción avanza a ritmo frenético mientras la tensión crece y el final se convierte en algo impredecible y muy peligroso. La batalla diplomática entre Estados Unidos y China es apasionante, los dos contendientes mueven sus piezas como en una partida de ajedrez.
Con esta novela, Matt Glass nos envía un mensaje de advertencia. La pasividad de los gobiernos ante el cambio climático puede llevarnos a un futuro impredecible. También nos acerca de forma realista al mundo de la diplomacia y la política, mostrándonos cómo lo que se ha prometido en campaña puede convertirse en algo imposible de cumplir.
Los sucesos y diferentes reacciones que ocurren a lo largo de la novela llevan al presidente de los Estados Unidos a una reflexión final en la que se pregunta “si los seres humanos han progresado en absoluto, si en lo más profundo de su ser no son más que hombres de las cavernas que se aporreaban unos a otros en el barro”.
Después de esta reflexión sólo queda finalizar con este deseo que el mismo Presidente expresa a su nación:
“Que Dios os bendiga. Que Dios bendiga Estados Unidos. Que Dios bendiga al planeta Tierra y a todos sus habitantes”.
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