viernes, 2 de julio de 2021

Ha pasado un minuto y queda una vida

 Ha pasado un minuto y queda una vida, de Gabriela Consuegra (Temas de Hoy, 2021) es una emotiva novela para aprender a despedirse, algo que nunca llegamos a saber hacer.

 «Dice la autora que esta novela se convirtió, al escribirla, en su propia máquina de oxígeno; también lo es para sus lectores. La tristeza de tener que usarla, la esperanza de que aún haya aire. Parece de todo menos un debut.» MANUEL JABOIS   



Gabriela Consuegra nació y creció en Caracas, desde donde empezó a escribir esta historia. La terminó, después de muchas idas y venidas, en A Coruña, donde ahora vive y ejerce como periodista. Prefiere las preguntas directas para no acabar dando siempre vueltas de más, aunque con el paso del tiempo empieza a reconocer que a veces en círculos también se avanza.   

Siempre seremos demasiado jóvenes para perder a un padre.   Todo empieza por la célula. Una célula de Álvaro se transforma, muta, se reprograma, se niega a morir. Pronto vienen más, se rebelan ante el organismo, se reproducen, forman masas, bultos. Con ellas llegan los síntomas y con los síntomas, el diagnóstico. Pero Álvaro no lo escucha solo, porque quien está allí, junto a él, es Gabriela, su hija. Será ella quien narre esos días y por tanto esta historia, la de una familia que se enfrenta a un destino feroz y a la rabia y desolación de un futuro que se convierte en amenaza.  

Gabriela escribe aquí un testimonio poético, un reconocimiento de lo poco preparados que estamos para cuidar a quien nos ha cuidado. Un relato hecho de retazos rescatados al recuerdo para narrar el difícil camino de una hija que empieza a asumir que existirá un mundo incapaz de imaginar. Un mundo sin su padre.

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