Nocturnalia, de Joel Santamaría (Espasa, 2021) es un viaje bien documentado a uno de los periodos más desconocidos del Imperio Romano, el de finales del siglo III. Un periodo turbulento repleto de caos y confusión en el que proliferaban los cultos mistéricos orientales, la magia negra y la adoración a las divinidades infernales.
Se agradecen novelas que nos sorprendan y el autor lo hace con una original y explosiva combinación de Romanos & muertos vivientes, ¿cómo es que no se le había ocurrido a nadie antes?
Dentro de la novela histórica, las ambientadas en Roma son las preferidas de la mayoría de los lectores. En la narrativa en general, el thriller & suspense es un género ganador. Nocturnalia combina los dos.
Ambientada en la ciudad de Palmira y en la Tarraco bajo imperial, estamos ante una intriga de terror con una sobresaliente documentación.
Aficionados al género histórico y al género de terror disfrutarán a lo grande con una cautivadora trama en la que se mezclan la novela histórica, el thriller y el suspense consiguiendo un perfecto equilibrio entre historia y fantasía, invitándonos a formar parte de un viaje llenos de emociones en un escenario fascinante que el Joel Santamaría recrea al detalle, añadiendo al ya de por sí atractivo contexto del Imperio Romano un halo de magia y misterio que culminan una trama que atrapa al lector desde la primera página.
JOEL SANTAMARÍA MATAS, natural de Reus, se aficionó a la lectura desde muy pronto y como consecuencia de su interés por ella estudió Filología Hispánica y Anglogermánica. Actualmente reside en Salou, donde imparte clases de Lengua y Literatura Universal en un centro de enseñanza secundaria. Con anterioridad ha publicado en Espasa una novela histórica, Dies irae. Su segunda novela, Humanofobia, es una distopía que ha quedado primera finalista del premio de ciencia ficción Isaac Asimov 2019.
Año 280 d. C. La novela nos sitúa en una época en la que el gran dominio de Roma sobre el mundo conocido parece desmoronarse y llegar a su fin, sumido en el caos de las guerras civiles, los ataques de los bárbaros, el malestar por los impuestos abusivos, el aumento del número de bandoleros que se echan al monte, el creciente sentimiento de inseguridad e indefensión entre la población o los estragos causados por la conocida como "preste cipriana".
En este contexto, acompañamos al protagonista, el centurión Constante Barsemis, perteneciente a noble familia de origen árabe, que regresa a su hogar en Osca después de asistir a la coronación del emperador Probo en Roma.
Pero una carta de su hermana desde Tarraco, a la que no ve desde hace seis años, en la que le dice que está desesperada por motivos que no puede decir, y otra de su cuñado, edil de la ciudad, en la que le pide ayuda para resolver unos extraños casos que pueden estar relacionados con un episodio del pasado de Constante que ha intentado olvidar, le hacen detenerse en la decadente Tarraco para atender la llamada de su hermana y su cuñado.
Cuando llega a la ciudad, acompañado de su criado Rodrigo, se verá sumergido en una pesadilla que se convertirá en una trampa mortal, mientras se despiertan fantasmas de su misterioso pasado. Acostumbrado a luchar contra seres de carne y huego, en batallas donde había destacado por su fidelidad y valentía, el protagonista se enfrentará a un enemigo que trasciende la lógica y la razón. La investigación de las terribles muertes les llevará a descubrir un mundo oculto de hechiceros y brujas que devoran carne humana y practican la nigromancia, resucitando a muertos para sus oscuros fines.
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