El manuscrito de barro, de Luis García Jambrina (Espasa, 2021) es una mezcla perfecta de erudición y espíritu aventurero. Otra gran de novela de un autor que cautiva con su forma de contar historias.
Estamos ante la quinta novela protagonizada por Fernando de Rojas, el autor de La Celestina, convertido en un original investigador con toques sherlockianos, acompañado en esta ocasión de un peculiar Watson que le seguirá en una carrera contrarreloj por el Camino de Santiago para atrapar a un asesino implacable que va sembrando de cadáveres el trayecto hasta la supuesta tumba del apóstol.
El resultado vuelve a ser todo un acierto que hará las delicias tanto de los aficionados al género histórico, gracias a una ambientación detallada y cautivadora, como de aquellos que disfruten con una buena trama de intriga, plagada de tensión y giros hasta su resolución final. Una de esas lecturas que no puedes soltar una vez te embarcas en ellas.
Y como escenario, el Camino de Santiago, por el que el autor nos lleva de la mano de la pareja protagonista mientras vamos conociendo diferentes lugares y peregrinos que lo recorren, mostrando los conflictos de la épica, y la superstición y los intereses que rodean un fenómeno social y cultural, además polémico en el terreno teológico, tal y como denunció el monje alemán Lutero, duramente e injustamente criticado por algunos de los personajes de la novela.
Luis García Jambrina (1960) es doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca y profesor titular de la misma. También es Máster en Guion de Ficción para Televisión y Cine. En novela, ha cultivado géneros muy distintos, entre los que destacan En tierra de lobos y la serie compuesta por El manuscrito de piedra, El manuscrito de nieve, El manuscrito de fuego, El manuscrito de aire y la flamante El manuscrito de barro, peripecias en torno a la figura de Fernando de Rojas.
29 de mayo de 1525. Un peregrino es asesinado poco antes de llegar a la ciudad de Burgos; se trata de una más de una serie de extrañas muertes que se vienen produciendo en las diferentes etapas del Camino Francés. El arzobispo de Santiago le pide a Fernando de Rojas que se haga cargo de la investigación del caso.
El célebre pesquisidor tendrá que hacer el Camino de Santiago en pos de las huellas de los criminales y para ello contará con la ayuda de Elías do Cebreiro, clérigo y archivero de la catedral compostelana. En su recorrido se encontrarán con toda clase de retos y peligros, se adentrarán en lugares recónditos y misteriosos y conocerán a numerosos viajeros, cada uno con su secreto a cuestas.
Gracias a su cuidada ambientación histórica, esta novela muestra una cara inédita de la ruta jacobea en una época de gran turbulencia en la que la peregrinación está en entredicho a causa de los airados ataques de Lutero, los falsos peregrinos que se aprovechan de ella y las rivalidades entre aquellos que tratan de controlarla y sacar beneficio.
No es solo una novela de intriga histórica llena de peripecia, conflictos y sorpresas. Es también un viaje en busca de la verdad y la transformación personal y una historia de amistad forjada en la dureza y las dificultades del Camino. Con ella el autor da un paso más allá en la senda iniciada con El manuscrito de piedra, con la que ha obtenido un extraordinario éxito de público y crítica.
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