En La Emperatriz goda (Esfera de Libros), Magdalena Lasala recrea de forma excepcional la personalidad de una mujer decisiva pero incomprendida por la historia, que supo trascender a su propio destino como princesa imperial para decidir sobre su vida, sus deseos y sus intereses, con un poderoso talento y una sola arma: ser fiel a sí misma.
Magdalena Lasala, escritora polifacética, nació Zaragoza en 1958. Es autora de una extensa producción literaria que abarca todos los géneros reconocida por los lectores y la crítica. Sus obras cuentan con múltiples reediciones y gran éxito de público, y han sido traducidas a distintos idiomas.
Es Premio de las Letras Aragonesas, máximo galardón de su Comunidad, concedido por unanimidad del jurado, y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Luis.
De temprana vocación literaria, cursó formación en Arte Dramático, Canto y Música, Ciencias de la Información y Psicología Humanística entre otras disciplinas académicas y experiencias autodidactas volcadas como finalidad primordial en la escritura.
Novelista indispensable en el panorama español de narrativa histórica, ha consolidado una carrera literaria de calidad con repercusión internacional sin abandonar su producción lírica, que cuenta con un lugar destacado en la poesía contemporánea. Ha publicado además teatro, relatos, fábulas y textos ensayísticos y de opinión. Destaca por su brillante manejo de la palabra y los soportes expresivos, alternados en un abanico de creación escrita poco común en la literatura de hoy, junto a su valorada faceta como articulista en prensa.
Su interés por la recuperación de la memoria histórica de las mujeres la ha convertido en una investigadora esencial y divulgadora de legados femeninos.
En La Esfera de los Libros ha publicado con gran éxito: La cortesana de Taifas, El beso que no te di y Los colores de la luz, este último junto a Isabel Guerra.
En el umbral del fin del mundo conocido para los romanos, una mujer brilla por derecho propio mientras todo se derrumba a su alrededor: Gala Placidia, una de las figuras más enigmáticas y atractivas de todas las épocas.
En pleno siglo v, Constantinopla y Roma se disputan ser el centro del Imperio, pero los dos hijos varones de Teodosio son incapaces de igualar la grandeza de su padre. Solo Gala Placidia, la hija que el emperador tuvo al final de su vida, está dotada de la inteligencia y fuerza necesarias para conseguir sus propósitos en el complicado entresijo de las relaciones imperiales y los tiempos oscuros del asedio de los godos y la caída del Imperio de Occidente.
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