Palabradicción, de Virigilio Ortega (ed. Crítica, 2016) es una original mezcla entre libro y juego etimológico en el que el autor busca la complicidad e implicación del lector a través de una obra interactiva, original, divertida en la que, mientras vamos leyendo y resolviendo los interrogantes planteados, sin darnos cuenta, nos encontramos descubriendo un fascinante mundo sobre la etimología de miles de palabras, en un apasionante y entretenido ejercicio de divulgación lingüística e histórica.
Virgilio Ortega estudió en las universidades de Salamanca y Barcelona, donde se licenció en Filosofía y Letras. Ha sido Director Editorial durante más de cuarenta años, en Salvat, Ediciones Orbis, Plaza & Janés y, sobre todo, en Planeta DeAgostini. Como editor, ha publicado más de cinco mil libros, así como varios miles de vídeos y de discos. En Crítica ha publicado Palabralogía (2014) y Palabrotalogía (2015). Este es su tercer libro como autor.
Después del éxito de sus anteriores libros, el autor vuelve a dar con la tecla para construir una obra original, entretenida, didáctica, en la que rigor y divulgación se dan la mano para ofrecernos un libro apto para cualquier lector con un mínimo de curiosidad y deseo de aprender. Un libro ideal para todos aquellos "adictos a la palabras" y aficionados a conocer el origen de las palabras que usamos y que, en gran medida, definen quiénes somos y cómo somos. Y para que no haya excusas, la obra se presenta como un juego entre autor y lector, en un cruce de géneros entre juego de mesa sobre palabras y libro de ensayo sobre etimologías. Dicen que las mezclas no son buenas, en este caso nada más lejos de la realidad, el autor consigue la mezcla perfecta, un cóctel preparado de forma exquisita y listo para ser degustado sorbo a sorbo.
El libro se presenta con sugerentes interrogantes ¿Qué tiene que ver Platón con los plátanos? ¿Una enciclopedia con el Ku-Klux-Klan? ¿Un músculo con un murciélago? ¿Y las caderas de mi prima con la santa iglesia catedral? ¿Los políticos con los idiotas? Preguntas en apariencia absurdas (aunque alguna puede parecer bastante coherente viendo los tiempos que corren) pero a las que el autor consigue dar sentido a través del original juego que nos plantea.
El autor propone 20 juegos en los que explica casi dos millones de etimologías interesantes de nuestra lengua. Un ambicioso ejercicio que consigue culminar con gran acierto y maestría gracias al original planteamiento elegido y que toma como referencia el diálogo como transmisiones de pensamiento, recurso inventado por Platón hace ya 24 siglos.
Cada juego tiene la misma estructura, cuatro partes bien diferenciadas:
1) La correspondiente pregunta que relaciona dos palabras en apariencia inconexas como QUIJOTE y ROBOT, LINCHAMIENTO y MAUSOLEO o las indicadas en los interrogantes señalados anteriormente.
2) Las respuestas propuestas, con tres o cuatro opciones, en principio también ridículas pero entre las que el lector tendrá que encontrar la verdadera prestando atención al siguiente apartado.
3) El diálogo platónico entre el autor y el lector, el "meollo del libro", con preguntas y respuestas que nos embarcan en un trepidante recorrido etimológico en el que se van enlazando palabras de forma muy original en una cadena increíble en la que cobran sentido sucesiones tan inverosímiles como ésta: tutearte, triplete, trabajo, opúsculo, opereta, oficina, huevo y labrador.
4) La solución correcta, que aparece en un recuadro invertido para mantener la incertidumbre hasta el final, para todos aquellos que no hayan encontrado antes la respuesta.
Palabradicción nos propone un juego en el que resulta imposible no participar, un ejercicio literario construido con rigor, sentido del humor y mucho ingenio que nos entretiene, sorprende y enseña... ¡no podemos pedir más!
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