miércoles, 2 de marzo de 2016

Historia de un canalla, de Julia Navarro

Historia de un canalla (ed. Plaza & Janés, 2016) es otra lección narrativa de Julia Navarro, en un sorprendente cambio de registro en el que vuelve a demostrar su facilidad para contar historias, tejer tramas adictivas, construir personajes complejos y llenos de matices, y diseccionar con precisión la naturaleza del ser humano.


Julia Navarro es escritora y periodista. Después de escribir varios libros de actualidad política publicó su primera novela, La Hermandad de la Sábana Santa, con la que logró un éxito sin precedentes situándose durante meses en los primeros puestos de las listas de ventas, tanto nacionales como extranjeras. La Biblia de barro y La sangre de los inocentes afianzaron su prestigio entre la crítica y el público. Tras ellas llegaron Dime quién soy y Dispara, yo ya estoy muerto, que abordan de forma magistral la historia del siglo XX y supusieron un punto de inflexión en su trayectoria literaria. Es una de las autoras españolas con mayor reconocimiento dentro y fuera de nuestras fronteras. Ha conseguido llegar a millones de lectores en todo el mundo, y sus libros cuentan con traducciones en más de treinta países.

Con Historia de un canalla Julia Navarro demuestra valentía al adentrarse en un terreno novedoso. Podía haber apostado sobre seguro, repitiendo en el género del thriller histórico en el que tan cómoda se ha mostrado y tantos éxitos ha conseguido. Pero lo que encontramos en esta novela es una historia actual, que retrata de forma magistral la ambición, codicia y egoísmo del ser humano a través de un personaje que encarna la maldad es su máxima expresión, un canalla que nos sacudirá desde la primera página con su sinceridad al reconocer su naturaleza y nos irá indignando cada vez más conforme vayamos descubriendo cómo lleva a cabo sus planes crueles y mezquinos, abusando y destruyendo a todo aquel que se le ponga por delante.

Y es que Thomas Spencer no engaña a nadie y se presenta de forma transparente, sin opacidades ni engaños: "Soy un canalla y no me arrepiento de serlo.He mentido, engañado y manipulado a mi antojo sin que me importaran las consecuencias.He destruido sueños y reputaciones, he traicionado a los que me han sido leales, he provocado dolor a aquellos que quisieron ayudarme.He jugado con las esperanzas de quienes pensaron que podrían cambiar lo que soy.Sé lo que hice y siempre supe lo que debí hacer.Esta es la historia de un canalla. La mía."

A partir de aquí no hay vuelva atrás, el lector sabe a lo que atenerse, deberá pasar cada página conteniendo la indignación que despierta un personaje tan ruin y malvado, que ilustra toda una época en la que nuestra sociedad se ha visto sacudida por la codicia y falta de valores morales de los seres humanos, no importa su condición ni estatus social.

Thomas Spencer ha conseguido triunfar como publicista y asesor de imagen, consiguiendo todo lo que se ha propuesto, pisoteando y pasando por encima de todo aquel que se la puesto delante, incluyendo a su propia familia, sin ningún escrúpulo ni moralidad. Pero ahora, en la soledad de su lujoso apartamento de Brooklyn, consciente de que se está muriendo, le asaltan los recuerdos de una vida en la que se sabe que ha se ha comportado como un canalla, ha actuado sin remordimientos, sin conciencia, aunque puede ser que en esta noche ésta llame a su puerta aunque él se resiste a dejarla pasar.

Y de esto va la novela, del relato de la vida de Thomas desde su infancia, recordando lo que hizo y señalando qué es lo que debería haber hecho y no quiso hacer. Y ya desde niño encontramos el germen de lo que será su carácter durante toda su existencia: cruel, vengativo, mentiroso, rencoroso, sembrador de cizaña, egoísta, desapegado, traicionero, desleal, ambicioso, insaciable, machista, racista, caprichoso, abusador, y así podríamos continuar y no parar en la descripción de este malvado en el que la autor ha condensado todas o casi todas las miserias del ser humano.

La novela no da tregua al lector, desde los primeros episodios de infancia encontramos situaciones duras donde nos estremeceros con la maldad de un niño que demuestra ser como un escorpión del que nadie se puede fiar, ni sus parientes más cercanos. Será en esta etapa donde descubriremos una relación traumática que va a arrastrar durante toda su vida, aunque no se justifican sus actos, ni él mismo lo hace, y es que Historia de un canalla nos demuestra con claridad que no hay excusas, somos responsables de nuestras acciones, la vida son decisiones y siempre hay opción de elegir lo correcto.

Y poco más de la trama se puede contar, sólo que iremos siguiendo al protagonista en lo que fue su vida y en lo que pudo haber sido si hubiese actuado de forma honrada, con moralidad, en definitiva, si hubiese elegido lo correcto. Un ascenso en el mundo de la publicidad que nos mostrará las miserias que rodean éste mundo y el de la política, el periodismo y los negocios, cómo su vida dará un giro cuando se cruce su camino con el de Roy Parker, un aspirante a alcalde rural que demuestra una ambición sin límites y quiero llegar a ser Primer Ministro para "beneficiarme y beneficiar a quienes crea que se lo merecen como yo... en el Parlamento hay mucho sinvergüenza, ¿por qué no voy a estar yo?". Imaginaros lo que puede ocurrir cuando Roy y Thomas comiencen a colaborar y trabajar juntos...

Historia de un canalla tiene más de 800 páginas pero se lee en un suspiro, tiene un original desarrollo al encontrar lo que podríamos denominar como dos novela en una, con el relato de lo que fue la vida de Thomas y de lo que pudo ser si hubiese actuado de forma correcta. La trama es visceral, la maldad del protagonista se refleja en toda su esencia, un alma esclava de su egoísmo, ambición y crueldad, que bajo la fachada de éxito esconde una vida patética y solitaria, mientras va dejando sus víctimas por el camino en su ascenso económico y social. Y, como no podía ser de otra forma en una novela de Julia Navarro, el final no nos dejará indiferentes...

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