jueves, 17 de marzo de 2016

Arte en la sangre

Arte en la sangre, de Bonnie MacBird (ed. HarperCollins, 2016) es una novela que recupera el personaje de Sherlock Holmes en un ejercicio siempre temerario, pero que la autora resuelve con gran acierto y maestría, ofreciéndonos una novela a la altura del original, que añade su propio toque personal, y que nos invita a acompañar a Holmes y Watson hasta París, algo que añade otro ingrediente más de interés si aceptamos que la fuente de inspiración de Doyle para la creación del mítico detective se encuentra en Maximiliem Heller, personaje inventado por un escritor francés. Y si a esto le añadimos una exquisita ambientación, una original trama criminal y un ritmo ágil y ameno, ya tenemos todos los ingredientes de este exquisito plato literario, listo para ser degustado y devorado.


Antes de entrar a analizar un libro de estas características es necesario detenerse en la biografía de su autora, que con tanta destreza se mueve por el universo "holmeniano". Bonnie MacBierd nació y se crió en San Francisco y fue a la universidad de Stanford, donde se licenció en Música y se doctoró en Cine. Su larga carrera en Hollywood incluye la dirección ejecutiva del desarrollo de largometrajes en Universal, el guión original de la película TRON, tres premios Emmy por el guión y la producción de documentales, once Cine Golden Eagles por guiones y trabajo documental, numerosas obras de teatro y musicales y experiencia como actriz y directora teatral.

Junto a su trabajo en la industria del entretenimiento, Bonnie imparte clases de escritura de guiones en UCLA, además de ser una consumada acuarelista. Suele dar conferencias sobre escritura, creatividad y Sherlock Holmes. Vive en Los Ángeles y realiza frecuentes viajes a Londres.

En una entrevista concedida a www.omnimysterynews.com la autora afirma que Arte en la sangre es una nueva aventura de Sherlock Holmes que sigue el estilo tradicional de Conan Doyle. El título surge de un diálogo canónico entre Holmes y Watson de la historia corta El intérprete griego: "El arte en la sangre adopta las formas más extrañas", refiriéndose a los aspectos hereditarios del temperamento artístico y a que su abuela era hermana del artista Vernet.

El objetivo de MacBierd es profundizar en el aspecto artístico del carácter de Holmes, un personaje que, según muchos, "es prácticamente bipolar y discutiblemente roza la enfermedad de Asperger", pero que es, sin lugar a dudas, "artístico en el sentido que ve lo que otros no ven, puede discernir patrones y significados del caos, encuentra que los detalles son de gran importancia, demuestra grandes dotes imaginativas, tiene una tenaz determinación y un poder inimaginable de concentración. Pero al mismo tiempo es emocionalmente inestable, vulnerable a episodios frecuentes de depresión, susceptible a la adulación, es un rebelde social, a veces también es francamente autodestructivo y es un bohemio de corazón. Es un artista de verdad con todos sus poderes y vulnerabilidades".

Y esta novela nos va a mostrar a un Holmes "artista", que se mueve entre la genialidad y la vulnerabilidad, respetando en todo momento los cánones del personaje, y es que ningún seguidor de la obra de Doyle se va  a sentir defraudado y todo aquel que quiera disfrutar de una lectura entretenida, bien escrita y con una trama llena de giros, tiene en Arte en la sangre un título imprescindible.

El comienzo de la novela se sitúa en Londres, un diciembre nevado, en 1888. Watson se ha casado ese año con Mary y ha pasado unos meses algo distanciado de Holmes, que tiene 34 años en ese momento. Cuando Watson se reencuentra con su amigo, éste se halla en un estado lamentable, ha tocado fondo después de una desastrosa investigación sobre Jack el Destripador, y se ha entregado a los efectos demoledores de la cocaína. Watson se siente preocupado ya que la situación de Holmes "iba más allá del ocasional estado anímico depresivo que había presenciado en el pasado", pero una misión retadora que supondrá un creciente peligro para los protagonistas despertará en el genial detective el habitual placer entusiasta que activará su cerebro para enfrentarse contra el crimen.

Llega de París una carta con una extraña codificación enviada por Mademoiselle La Victoire, una hermosa cantante de cabaret francesa. La Victoire les pide ayuda porque ha sufrido un ataque callejero y por la desaparición de un hijo ilegítimo que tuvo con uno de los nobles más adinerados de Inglaterra. Holmes y Watson se trasladan a la capital francesa donde descubren que el niño desaparecido es sólo una pieza más en un complejo puzle con múltiples casos que pueden estar conectados: el robo de una valiosa estatua en Marsella, cuatro misteriosas muertes y el asesinato de varios niños de un telar de seda en Lancashire. Todo apunta en dirección al poderoso noble, situado también en el punto de mira de Mycroft, con el que Sherlock mantiene una compleja relación.

Watson acompañará nuevamente a Holmes en esta trepidante investigación que confirmará punto por punto su acertada descripción sobre cómo es vivir con el detective: "es un poco como caminar sobre un puente colgante sujeto con cuerdas y suspendido sobre un abismo cubierto de árboles. Puede que la adrenalina resulte estimulante, pero uno nunca sabe lo que hay debajo y siempre corre el peligro de caer".


Y para completar la propuesta, la autora añade un guiño más al mundo policíaco clásico, con un curioso personaje, un supuesto descendiente de Eugene Vidocq, el detective fundador de la Seguridad Nacional francesa, un personaje real con una vida de novela. Todo un acierto. En conclusión, Bonnie Macbird ha dado con la tecla exacta para retomar las aventuras de Holmes y Watson. Y su original introducción para ofrecer una explicación sobre la aparición de esta historia "inédita" de los personajes abre la puerta a nuevos títulos que ya esperamos con gran expectación.

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