Emma Lira cosechó un gran éxito con su novela Búscame donde nacen los dragos, en la que conjugó sus dos grandes pasiones, la literatura y los viajes, cumpliendo su sueño de compartir “las historias, los paisajes y los personajes que se cruzan en mi camino”. En su segunda novela se dan cita nuevamente ambos ingredientes en un relato apasionante, narrado con maestría, con una prosa cuidada, envolvente, muy ágil en el desarrollo de los hechos y pausada en en la descripción de una personajes con complejos perfiles, sumergiéndose en sus pasiones, secretos y anhelos, acercándonos de forma intensa y muy emotiva a sus sueños y frustraciones.
La autora ha construido una historia impactante, potente, con una intensidad emocional que se palpa en cada una de sus páginas, demostrando que se ha involucrado en el relato de forma personal, algo que entendemos en la nota final en la que nos abre su corazón y los secretos de la génesis del libro. Mientras realizaba un curso de submarinismo en Cabo de Palos, un lugar rico en historias y restos de barcos hundidos, escuchó por primera vez la historia del naufragio de El Sirio, un episodio trágico, injustamente olvidado. En 1906, un trasatlántico italiano que navegaba rumbo a Buenos Aires naufragó a tres millas de la costa española, frente al Cabo de Palos. La tripulación abandonó un barco que tardó quince días en hundirse dejando centenares de víctimas y múltiples incógnitas sobre un trágico y enigmático suceso, con acusaciones de darse a la fuga, inmigración ilegal y otros turbios asuntos que no llegaron a aclararse.
Impactada por el relato y por tantas vidas truncadas de forma brutal, la autora se propuso investigar sobre la tragedia e intentar abordar múltiples interrogantes que han quedado sin respuesta, como el inexplicable comportamiento de un capitán que siempre defendió su inocencia, qué sucedió con sus descendientes marcados por la vergüenza o con los que lograron sobrevivir, además de buscar explicaciones a una tragedia rodeada de misterio. El resultado es una novela “basada en una hecho real pero recreada con total fantasía” en la que se dan cita personajes reales y de ficción, y que le sirve también a la autora para retratar una época convulsa en la que “la miseria, el hambre y los totalitarismos propiciaron movimientos migratorios masivos, anarquismos violentos y estratégicas –y peligrosas- alianzas internacionales”.
El relato del naufragio se presenta desde tres perspectivas diferentes que añaden aún más interés a una historia ya de por sí irresistible. Dos de estas perspectivas se sitúan en la época de la tragedia, con el relato en primera persona del capitán y las emotivas vivencias de algunos de los pasajeros del barco. El capitán, sacudido por los remordimientos y la culpa, relatará paso a paso todo lo sucedido, desde que alguien se acercó con un enigmático encargo, la custodia de unos documentos que podían afectar a la vida de miles, incluso millones de personas. Iremos comprendiendo las decisiones tomadas y los errores cometidos a lo largo de un emotivo relato en el que se da a voz al que se considera el “gran villano” de esta historia. De forma alterna, iremos conociendo también a algunos de los pasajeros, embarcados rumbo al próspero Nuevo Mundo, buscando una oportunidad de cambiar de vida, huyendo de tragedias y miserias, llevando en sus maletas sueños, anhelos y secretos, unos personajes necesitados de redención y cuyas esperanzas de darán de bruces con un cruel destino. Pasado y presente se irán dando la mano mientras la narración avanza y nos cautiva gracias a la pericia con la que la autora construye cada una de las historias que convierten la novela en un atractivo relato coral.
Pero la autora enrique la narración añadiendo un tercer ingrediente, la narración de la búsqueda de un descendiente del capitán, que decide averiguar qué sucedió y dispuesto a encontrar respuestas a un episodio tabú en su familia. En el centenario del naufragio, Sandro se sumergirá en una intensa investigación para averiguar la verdad sobre su tatarabuelo, una búsqueda que surge por la conjunción de tres elementos: una muerte, una carta y un billete de avión. Acompañado de una mujer por la que se sentirá fuertemente atraído entrará en contacto con un equipo que se encuentra rodando un documental sobre la tragedia. A partir de aquí saldrán a la luz secretos y testimonios que aportarán novedosas y sorprendentes claves sobre un suceso cuya explicación quedó sepultada a setenta metros de profundidad, pero que ahora la autora saca a la luz gracias a un ejercicio en el que vierte todo su corazón, su talento narrativo y su ingeniosa imaginación.
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