Estamos ante una de esas novelas que disfrutamos por partida doble, por una parte por su atractiva trama con unos personajes que nos cautivarán, por otra por el contexto histórico que el autor refleja con detalle y que complementa con una nota final que enriquece la novela y nos aclara qué hay de realidad y qué de ficción.
La novela se desarrolla principalmente en el monasterio de Sant Benet, uno de los monasterios con una historia más convulsa y donde el autor ha estado confinado durante un año y ha escrito la obra. Los frutos de esta comunión entre escritor y escenario podemos comprobarlos en la ambientación de una novela que nos hará viajar por el interior del monasterio, acompañar a sus monjes en sus quehaceres diarios y asomarnos a sus tradiciones, al arte, a su gastronomía, a sus creencias religiosas y a unos viñedos que también dieron fama al lugar.
El protagonista indiscutible de la novela, además del propio monasterio, es su abad, Pere Frigola, quien en el año 1554 pasa de ser prior a ocupar el cargo de abad por un escándalo sexual del anterior dirigente. Frigola llevaba años observando con desesperación el gobierno incompetente del monasterio, su decadencia y la transgresión de los preceptos de la orden. Ahora emprendía la misión de restituirlos y entregarse en cuerpo y alma a la causa para que el monasterio prosperase.
Consciente de que desde ese momento sería “el ancla y el referente al que se agarrarían y del que dependerían los demás monjes de la comunidad benedictina”, el abad emprende su nueva etapa de liderazgo guiado por valores como el amor, la justicia y la verdad y defendiendo una renovación espiritual de la sociedad en general, y de la iglesia y los monasterios en particular para que dejen de estar en la búsqueda del poder. La máxima de la regla de la orden es que “con la plegaria y el esfuerzo, sobre todo con el esfuerzo, el trabajo dura, se puede salir airoso de todos los retos que uno se proponga” y el nuevo abad quiere predicar con el ejemplo e inculcar esta premisa a sus monjes y a toda la población.
Otra característica de Frigola es que quiere mantenerse al margen de intrigas políticas, consciente de que la política y la moral son incompatibles. Su idea es que “la política debería ser una rama de la moral que se dedicara, en una sociedad libre, a resolver los problemas que plantea la convivencia colectiva y se preocupara del bien común”, por el contrario, se encuentra con que “se rige por las leyes de la fuerza, la astucia y las apariencias. No hay lugar para la ética. El poder política es impuro, está corrompido, irremisiblemente contaminado”. Aún así, tendrá que aprender a participar del juego de la política, sin dejarse someter por él.
El antagonista del abad será Luis Ceballos, el abad general de la Congregación de la Observancia de Valladolid. Ceballos es un hombre sin moral, astuto y sagaz como un zorro, mentiroso, ciego de poder, con una ambición extrema que nadie podía detener, ni siquiera el rey. Desde su posición de liderazgo en la Congregación, aliado de Felipe II, buscaba la introducción de monjes castellanos como abades de los monasterios catalanes para controlar su Diputación General. Pero se encontrará con la oposición de Frigola, como abad de Sant Benet y presidente de la Congregación Claustral Tarraconenses. Ceballos enviará a Faust, su alma gemela y brazo ejecutor, para llevar a cabo un plan siniestro que sabotee los movimientos de Frigola y buscar su punto débil para derribarlo.
Este es el punto de partida y la trama central de una novela plagada de intrigas, conspiraciones, crímenes y suspense. Además de estos personajes, aparecerán otros secundarios que enriquecerán la trama con sus historias de vida y muerte, amor, odio, venganza y traición.
El último abad es una gran novela, bien escrita, con un interesante contexto histórico y unos atractivos personajes que nos harán disfrutar con sus andanzas y nos mostrarán la crueldad de la Inquisición y la hipocresía de una Iglesia más preocupada por el poder que por lo espiritual.
Pero, por encima de todo, la novela nos muestra la lucha de un hombre honesto que quiere ser fiel a sus ideales y tendrá que enfrentarse a peligrosos enemigos y a la incomprensión y las revueltas de un pueblo al que intenta enseñar sobre la conveniencia de compartir, no ser egoístas y trabajar por el bien común. Pero Frigola no es perfecto, también tiene sus secretos que iremos descubriendo a lo largo de la novela…
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