domingo, 26 de agosto de 2012

Los leones del Congreso

¿Por qué presumía Mariano Rajoy de sus viajes privados a Cuba tanto como de sus célebres habanos?

¿Qué gritaba Rubalcaba en aquella tensa sesión parlamentaria sobre Perejil que comenzó con un riesgo de guerra con Marruecos y terminó con los diputados partiéndose de risa?

¿Por qué a Javier Arenas le llaman «el terror de las nenas»?

¿Qué intuyó el periodista José Luis Perceval cuando le confesó a Zapatero que iba a ser asesinado?

¿Cuáles son las principales familias españolas que dejan en herencia los escaños?

¿Es cierto que después de una sonada bronca parlamentaria los diputados se van juntos a cenar y a bailar?

Éstas son algunas de las preguntas que encuentran respuesta en el libro Los leones del Congreso, de Federico Utrera (ed. La Esfera de los Libros, 2012), que nos ofrece una serie de anécdotas y episodios de lo más sorprendentes y reveladores.


Federico Utrera es escritor, periodista y profesor de Comunicación Audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) de Madrid y actualmente colabora en el programa de libros Un idioma sin fronteras de Radio Exterior de España. Durante dos décadas ejerció como corresponsal parlamentario para diferentes diarios y fruto de ese período nos llega esta obra en la que “los leones del Congreso”, original coartada del autor, rugirán “por primera vez las interioridades del hemiciclo”.

El primer capítulo podría darnos una idea equivocada del libro, ya que está dedicado a los escarceos amorosos de los diputados y a los candidatos a salir del armario, pareciendo que estamos ante un libro de cotilleos y noticias morbosas, con un contenido más propio de la telebasura. Pero es una falsa alarma, los siguientes capítulos se adentran en terrenos más interesantes, dedicando especial atención a los políticos actuales, pero intercalando referencias históricas que ilustran la realidad presente, teniendo especial protagonismo dos personajes únicos, Blasco Ibañez y Pérez Galdós. Destaca también el apartado dedicado a la etapa de Camilo José Cela como senador nombrado por el rey ¡no tiene desperdicio!

¿Es necesario un libro así? Sí, porque aparte de la simple curiosidad, tenemos el derecho de conocer cómo funciona el día a día del Congreso más allá de la imagen distorsionada y manipulada de los medios de comunicación. Por algo elegimos a los diputados y también los pagamos.

A través de anécdotas curiosas y divertidas, señalándose los nombres y apellidos de los protagonistas, conoceremos los entresijos de las Cortes, y las relaciones de amor y odio entre políticos y periodistas parlamentarios, éstos últimos convertidos también en protagonistas del libro.

Descubriremos los nombres de las más célebres dinastías familiares “que han heredado las actas como si de una medieval Cámara de los Lores se tratara” y cuyas sagas recorren las distintas formaciones, Gil Robles, Semprun, Rahola, Cabanillas, etc. Resultará curioso encontrar a los Pajín (PSOE) y los Barceló (PP), convertidos en la versión moderna de los “Montescos y Capuletos”, aunque de Benidorm.

Terreno más sórdido y resbaladizo lo encontramos en las relaciones de políticos y periodistas con las drogas. Con estupor leemos que el consumo de porros era un hábito extendido en el Congreso durante la Transición o que “la primera enfermedad profesional que anida en los escaños del Congreso es el alcoholismo” (seguramente esto explicará muchas de las leyes que allí se aprueban, pensará alguno). La permisividad con el alcohol refleja un mal extendido en nuestro país y es que estamos ante la “droga mejor aceptada socialmente”, algo sobre lo que debemos reflexionar seriamente.

El libro también nos desvela que detrás de las rivalidades y discusiones públicas entre los políticos hay una realidad diferente en la que encontramos “extraños compañeros de cama”, en algunos casos… literalmente. A pesar de que los “roces, desavenencias, discrepancias e incluso discusiones pueden ser habituales e incluso cotidianas en el Congreso”, también hay historias de respeto y amistad entre los rivales políticos.

Conoceremos detalles sobre los comienzos de Aznar, Zapatero o Rajoy, personificaciones del fenómeno del “ascensor social”, cómo desconocidos militantes de partidos pasan a ocupar confortables moquetas de poder en cuestión de días o semanas.

Descubriremos cuáles son las lecturas preferidas de algunos diputados, destacando la afición de Rubalcaba al género negro. También sus aficiones futbolísticas y los “partidos parlamentarios” con un “leñero oficial” dentro del equipo de los diputados. Trillo será protagonista de dos capítulos, en uno por sus dotes poéticas y en otro por su delirante descripción de la operación de Perejil que comenzó con el ya famoso “al alba y con tiempo duro de levante…”, que provocó la carcajada generalizada de todos los presentes.

El apartado deportivo nos desvelará curiosas iniciativas como la propuesta para reconocer la copa ganada por el Levante en el año 1937 o las razones por las que el actual presidente del gobierno puede ser, al mismo tiempo, “abonado del Real Madrid, socio del Pontevedra, accionista del Celta e hincha del Coruña”.

Finaliza el libro con un curioso “Diccionario de jerga Parlamentaria” que nos enseñará el significado de términos como “cunero”, “diputado mudo”, “enmienda de campanario”, “hacer pasillos” o “melé parlamentaria”.

Los leones del Congreso es un libro entretenido a la vez que revelador de la realidad política de nuestro país. En sus primeras páginas el autor afirma que “a los parlamentarios se les supone seres sin mezcla alguna de impureza, invulnerables a las más bajas pasiones y a los vicios, ajenos a los defectos de sus representados y sin contaminaciones bastardas”, pero que en realidad estamos ante personas normales y corrientes como cualquier ciudadano de a pie. Creo que es un análisis desacertado porque la clase política española está ya bastante desacreditada a ojos de la opinión pública y lo desvelado en este libro, de ser cierto, desvirtúa aún más su imagen y nos muestra una mediocridad general en la que, afortunadamente, siempre existirán honrosas excepciones que abran la puerta a la esperanza. Supongo que los leones sabrán quiénes son, tendremos que preguntárselo…

Puedes comprar el libro en Popular Libros.
 
Reseña publicada en Mujer de Hoy.

No hay comentarios: