jueves, 19 de julio de 2012

Carahueca, la novela de la película Intruders

Carahueca (ed. Temas de Hoy, 2011) es la novelización del guión que Nicolás Casariego  y Jaime Marques realizaron de la película Intruders, dirigida por Juan Carlos Fresnadillo y protagonizada por Clive Owen y Pilar López de Ayala.


Siempre me acerco con recelo a novelas que han surgido a partir de un guión de cine, sospechando que pueden ser un recurso oportunista para aprovechar el tirón de la película. Pero en esta ocasión, el currículum del autor, finalista del premio Nadal en el año 2005, ya nos ofrece garantías de que podemos encontrarnos ante una obra de calidad.

Entre los argumentos que pueden llevar a un escritor a novelizar un guión, encontramos uno que resulta de lo más convincente: la literatura permite acercarse a una historia sin las limitaciones del cine. De esta forma, en palabras del autor, la novela le ha permitido “construir una estructura nueva que me permitiera dar voz a cada uno de los personajes principales –incluyendo al monstruo, Carahueca, verdadero protagonista del libro-, meterme en la mente de los protagonistas, profundizar en sus modos de ser, pasado y motivaciones, realizar digresiones, describir el paisaje…”


No he visto la película, ya que siempre prefiero leer antes el libro para dejar total libertad a mi imaginación sin ningún tipo de condicionante. Por lo tanto, no puedo comparar las obras, pero sí que puedo decir que la novela tiene calidad narrativa, con una historia de intriga que engancha desde el principio y con un ritmo muy ágil, cinematográfico, compatible además con unos personajes ricos en sus perfiles psicológicos. Esta riqueza no solo la encontramos en los miembros de las dos familias, sino también en los personajes secundarios, especialmente en el que, para mi gusto, es el mayor acierto de la novela; el padre Antonio, un cura de barrio, entregado al prójimo, pero con una compleja personalidad y unas luchas interiores que se irán desvelando conforme avanza la narración.

Estamos ante una gran novela que se vuelve cada vez más compleja, asfixiante, con múltiples hipótesis abiertas que mantienen el interés hasta el final.

La novela comienza con el relato en primera persona de Raquel Wright, una psiquiatra infantil de 70 años que repasa lo que ha sido su carrera, recordando sus más de 40 años de profesión, con cientos de niños tratados, cuyos traumas y miedos han quedado plasmados en varias carpetas llenas de “papeles, grabaciones, dibujos infantiles de criaturas negras y azules y rojas, con cuernos, sin ellos, con dientes afilados, con un solo ojo, con las entrañas colgando, sin orejas, con el miembro enhiesto, escupiendo sangre…”. Entre todos los casos tratados Raquel no puede olvidar una criatura, Carahueca. Un ser que no tiene rostro, “una criatura que se arrastra y vuela y sufre y hace sufrir y se transforma y roba caras”. La novela es la reconstrucción de los hechos relacionados con este ser a través de los recuerdos de Raquel, dando voz a todos sus protagonistas, incluido al propio monstruo.

Poco más se puede contar del argumento sin estropear su lectura. Estamos ante un thriller de terror psicológico que se desarrolla en Londres y en España con dos familias, alejadas en la distancia, pero cercanas en cuento a las experiencias que sufren.

En un apartamento de un humilde edificio en un distrito obrero del extrarradio de Madrid, Juan, un niño de siete años, sufre los salvajes ataques de un intruso. Juan inventa historias fantásticas y su madre piensa que los ataques son fruto de su extraordinaria imaginación.

A miles de kilómetros de allí, Mia, de 12 años, una niña londinense a punto de comenzar la pubertad, halla un cuento incompleto con la historia de un personaje llamado Carahueca y un niño cuya vida corre peligro. Obsesionada con la historia, se propone escribir un final que la concluya de forma convincente. Desde ese momento, comenzará a sufrir el acoso de un extraño ser.

Luisa, la madre de Juan, acudirá al padre Antonio en busca de ayuda, mientras que los padres de Mia contactarán con Raquel, una reputada psiquiatra infantil. En lugar de encontrar respuestas, comprobarán cómo sus hijos y sus familias se hunden cada vez más en el abismo.

“Carahueca” es una apasionante historia sobre el poder destructivo de los miedos y sobre la culpa y la necesidad de redención. La novela también se adentra en las complejas relaciones entre padres e hijos. Siempre con la inquietante pregunta de si lo que soñamos puede convertirse en realidad, asistimos a una historia que nos absorbe y no nos suelta hasta la última página.

Reseña publicada en Mujer de Hoy.

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