Publicada en 1887, Estudio en Escarlata comienza con la presentación de Watson, médico cirujano, es herido en una pierna mientras sirve en la guerra de Afganistán y regresa a Inglaterra al ser dado de baja por incapacidad. Al buscar alojamiento, un amigo común le pone en contacto con Sherlock Holmes, un extraño personaje que desde el principio despierta la curiosidad de Watson y del lector de la novela. Desde las primeras páginas, Doyle consigue crear un clima original y enigmático que atrapa al lector de forma irresistible.
El amigo le advierte sobre el carácter de Holmes, "Holmes posee un carácter demasiado científico para mi gusto… un carácter que raya en la frigidez". La descripción define perfectamente a Holmes y el doctor Watson descubrirá que su amigo se ha quedado corto. A pesar de las excentricidades de Holmes, Watson está cada vez más atraído por su carácter y su interés por su nuevo compañero crecería cada semana.
Watson descubre que Holmes ejerce un oficio único y, además, no tiene ningún problema en presumir de ello, "Tengo un oficio muy particular, sospecho que único en el mundo. Soy detective asesor… En Londres abundan los detectives comisionados por el gobierno, y no son menos los privados. Cuando uno de ellos no sabe muy bien por dónde anda, acude a mí, y lo coloco entonces sobre la pista".
Y es así como comienzan las aventuras de una pareja que pasó a la historia superando en popularidad al mismo autor. En esta ocasión, el crimen que tienen que resolver es un asesinato en el que el cadáver no tiene herida alguna, aunque hay manchas de sangre en la habitación en la que ha aparecido el muerto y una palabra en la pared: “RACHE”. El crimen produce una rivalidad entre los detectives de Scotland Yard Lestrade y Gregson, que pedirán ayuda a Holmes.
La resolución del caso nos llevará hasta el corazón mismo de Norteamérica, en el año 1847, donde encontramos a un hombre y a una niña recorriendo una llanura inhóspita, hambrientos, sedientos, hasta que encuentran una caravana de mormones de mormones en busca de su Sión, el valle de Utath.
En esta primera novela encontramos ya perfilado el carácter de los dos protagonistas, aparecen los chicos vagabundos que ayudan a Holmes y que en la segunda novela se denominarán "Los irregulares de Baker Street" y, finalmente, Watson quedará tan impresionado con las capacidades deductivas de Holmes que decidirá escribir un diario para dar a conocer la genialidad del detective y evitar que la gloria se la lleven los inspectores de Scotland Yard.
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