I de Inocente, de Sue Grafton

Editorial Tusquets ha publicado en el formato económico de su colección Fábula la novela I de Inocente, el noveno título de la serie El Alfabeto del Crimen de la escritora estadounidense Sue Grafton, protagonizada por la investigadora privada Kinsey Millhone. Una oportunidad ideal para adentrarse en una serie de novelas de lectura ligera y amena, imprescindible para los aficionados al género.

Para los que se acercan a la serie por primera vez y no conozcan a su protagonista, lo mejor es la presentación que Kinsey hace de sí misma en su última novela U de Ultimatum: “Me llamo Kinsey Millhone. Soy investigadora privada y tengo 37 años, pero cumpliré 38 dentro de un mes. Tras haberme casado y divorciado dos veces, ahora estoy felizmente soltera y espero seguir así de por vida. De momento no he tenido hijos y no espero tenerlos. Trabajo sola en un bungalow alquilado en Santa Teresa, California, una ciudad de alrededor de 85.000 almas. Las películas y las series de la tele podrían haceros creer que el trabajo de un detective privado es peligroso, pero nada está más lejos de la realidad. Salvo en las escasas ocasiones en las que alguien intenta matarme, por supuesto. Dejando a un lado las amenazas de muerte, el trabajo consiste principalmente en investigar, y requiere intuición, tenacidad e ingenio”.

En el comienzo de I de Inocente, Kinsey se encuentra en una situación complicada a nivel profesional. Tiene que abandonar el despacho que ocupaba desde hacía siete años en las oficinas de una empresa de seguros y termina alquilando uno en el bufete de Lonnie Kingman, con el que había colaborado en el pasado. Lonnie es conocido como abogado defensor en causas de lo criminal, pero siente una debilidad especial por los procesos complicados en los que hay muertes o lesiones accidentales. Kinsey acepta realizar trabajos independientes para su bufete.

No pasará mucho tiempo hasta que se enfrente a su primer caso. David Barney, acusado de matar a su riquísima mujer Isabelle, llevaba cinco años absuelto cuando aparece muerto el detective Morley Shine, encargado por Lonnie -el abogado del primer marido de Isabelle- de investigar el caso con el fin de reabrirlo e impedir que Barney se apodere definitivamente de la fortuna de su esposa. Kinsey acepta hacerse cargo de la investigación para lo que tendrá que usar los archivos de Shine. Creyendo que encontrará una investigación realizada a conciencia descubrirá con estupor un archivo caótico y una metodología presidida por “la falta de método”.

Kinsey tendrá que empezar desde cero, mientras las evidencias del caso se desmontan y las pruebas de Barney sobre su inocencia resultan de una credibilidad abrumadora. La investigación se sucederá con revelaciones sorprendentes y giros constantes que desconcertarán a su protagonista.

Una lectura agradable y entretenida que no defraudará a los aficionados al género negro.

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