"Sin maneras no hay manera"

¿Te has encontrado en alguna ocasión en medio de una riña a través del móvil por parte de tu compañero de tren? ¿Has aplaudido equivocadamente en un concierto de música clásica? ¿No sabes cómo vestirte para una entrevista de trabajo? Si has respondido afirmativamente a alguna de estas preguntas, Sin maneras no hay maneras es tu libro.

“Sin maneras no hay manera”, de Carmeta Morán (ed. Alba, 2011) es una “una guía actualizada para saber comportarse en cada ocasión”. Un fantástico manual, práctico, divertido, sencillo de entender, escrito con un tono distendido, que abarca todo tipo de situaciones de la vida cotidiana.

Aunque los tiempos han cambiado, seguimos necesitando el uso de las buenas maneras. Consciente de esta necesidad, la autora aceptó el reto de escribir un libro sobre buenas maneras y urbanidad que resultara “práctico, inteligible, que fuera divulgativo y que estuviera dirigido a personas no expertas pero sí curiosas e interesadas en el tema”.

La autora quería escribir un libro que se alejase de protocolos rígidos y clasistas y que estuviese dirigido a ciudadanos normales, resolviendo dudas del día a día, no de grandes eventos o recepciones diplomáticas e institucionales. ¿El resultado final? Un éxito rotundo. Después de su lectura, solo puedo decir que los propósitos que la autora se marcó han sido conseguidos de forma acertada. Estamos ante un libro de consulta indispensable para cualquier ciudadano, que es recomendable tener siempre a mano porque nos resultará de ayuda en todo tipo de situaciones cotidianas.

Antes de adentrarse en los temas concretos, el libro comienza con una clase práctica sobre lo que NO hay que hacer en lo referente a la cortesía y a las normas básicas sobre educación y respeto. Como ejemplo a no seguir, nos ofrece la televisión y el comportamiento de algunos políticos. Con bochornos asistimos a un cúmulo de conductas “incorrectas y desconsideradas” que debemos desterrar de nuestro comportamiento para convertirnos en “unos ciudadanos ejemplares y educados”.

Después de esta interesante y actual introducción, la autora no ofrece dos elementos que resultarán claves para la convivencia, la educación y el respeto. Señala acertadamente que las normas de cortesía y los buenos modales son elementos que hay que enseñan y aprender, no debemos darlos por sabidos. Por lo tanto “es necesario repetirlos, actualizarlos, practicarlos e instruir en ellos a los nuevos ciudadanos”. Por otra parte, no solo basta con aprender, sino que hay que incorporar estar normas a nuestro comportamiento cotidiano, ya que, “como en el parchís, las normas se van aprendiendo, asimilando, practicando e incorporando a nuestro hábitos cotidianos, de tal manera que se manifiesten de forma espontánea y no de manera afectada”.

El segundo elemento fundamental para la convivencia es el respeto, “el mejor antídoto contra el maltrato, del tipo que sea”. Comienza así una serie de ejemplos relacionados con el respeto que abarcan todo tipo de situaciones, relaciones, dinero, conversaciones, invitaciones, estética e higiene, restaurantes y ¡hasta las mascotas!

Una vez establecidas las líneas básicas, nos adentramos en el meollo del libro. Estructurado por temas, descubriremos las normas básicas en cuanto a todo tipo de situaciones de la vida familiar y social. Comenzaremos por las conversaciones, con una cita de hace un siglo que sigue en plena vigencia, “el conversador debe ser afable y cortés con todo el mundo; libre de ligereza, lisonja, murmuración y mentira; hablar de todos con honor y de uno mismo con modestia”. Conoceremos las normas sobre el adecuado tono de voz, saber escuchar, el correcto uso del tuteo y del usted; en las presentaciones ¿cuándo dar dos besos y cuándo dar la mano?, el hablar en público, etc.

Seguimos con las buenas maneras en todo tipo de lugares, empezando por los huéspedes, con un refrán que no conocía y que me ha encantado: “El pescado y el huésped, al tercer día huelen”. Pero también hay normas para anfitriones y sobre cómo comportarse en visitas a enfermos, en la calle, en un recinto cerrado, en los transportes, como peatón, en la playa y la piscina o en un concierto de música clásica.

El siguiente capítulo se centra en la corrección alrededor de la mesa. Cómo y de qué manera podemos invitar y cómo actuar cuando vamos de invitados, el manejo de cubiertos, cómo coger el pan, las manos, la postura correcta, actitudes a eliminar y a fomentar, modales, cómo servir, etc.

Las invitaciones son protagonistas de las siguientes secciones desde la perspectiva del que invita y del invitado en todo tipo de actos, vino español, cóctel, restaurante, bufet, cena íntima, etc. La familia también tendrá su apartado con acontecimientos festivos como las bodas y los bautizos o de duelo como los funerales, donde descubriremos la forma más adecuada de dar el pésame. Continuaremos con la ropa cómo saber vestir en cada ocasión, para centrarnos después en aspectos muy útiles como las entrevistas y los currículum, o cómo redactar cartas, documentos y tarjetos.

Llegamos casi al final con las nuevas tecnologías y un concepto nuevo “Netiqueta”: “el conjunto de normas básicas y reglas sociales que se deben cumplir para manejarse por internet y a la hora de usar los servicios de correo electrónico”. Por supuesto también descubriremos las normas de cortesía en el uso de los teléfonos móviles, para finalizar con un capítulo dirigido expresamente a jóvenes, adolescentes y niños.

Excelente libro, que nos ofrece una “guía completa de las buenas maneras del siglo XXI”.

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