“El papa negro”, de Eric Waltz (ed. Algaida, 2011) es un thriller histórico que continúa con las intrigas y conspiraciones ambientadas en el siglo XVI y protagonizadas por Sandro Carissimi, secretario personal del papa Julio III.
Sandro se ha ganado la confianza del papa después de resolver una serie de asesinatos durante la celebración del Concilio de Trento y, posteriormente, el crimen de la amante del papa, historia narrada en “La cortesana de Roma”. En la reseña que realicé sobre esa novela ya os comenté que estábamos ante una historia que nos desvelaba un mundo de intrigas palaciegas, corrupción, traiciones, envidias, venganza, lujuria y asesinatos.
“El papa negro” se puede leer de forma independiente, porque contiene una historia principal cerrada, y se hace una presentación aclaratoria de los personajes y las relaciones establecidas en las anteriores historias. Pero mi consejo es que leas antes “La cortesana de Roma” y no continúes con la reseña porque contiene espoilers sobre la historia.
Si ya leíste “La cortesana de Roma” o has decidido comenzar directamente por “El papa negro”, comentarte que volvemos a tener al mismo protagonista, el jesuita Sandro Carissimi, de 28 años de edad, que sigue al lado de papa Julio III intentando cambiar su carácter y hacer que se despierte su compasión por los más necesitados. Pero la realidad es que es el papa quién ha arrastrado a Sandro a una vida de comodidad y lujo, alejada de los pobres. Además, los éxitos de Sandro han provocado que su nombre esté en boca de todos en el Vaticano, granjeándose poderosos enemigos.
Sandro vive también un conflicto personal, al debatirse entre los compromisos de la Orden y su amor por Antonia Bender, la joven pintora de vidrieras. El problema es que Antonia mantiene una relación con Milo, formándose un triángulo amoroso complejo, ya que los dos desconocen que Milo es el asesino a sueldo que mató a Carlotta en la anterior novela. Sandro y Antonia deciden averiguar qué ocurrió con Carlotta y comienzan la búsqueda de su asesino sin sospechar que detrás se esconde Milo, así como Massa, el ayudante de cámara y principal sirviente del papa, y el propio pontífice.
Pero la historia principal de la novela se desarrollará en el Collegium Germanicum que Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, va a inaugurar con el propósito de que se convierta en la escuela de formación de reclutas espirituales que lucharán contra la Reforma. Loyola invita a Sandro para que esté presente en el día de la inauguración, en el que se vivirá un suceso trágico, al ser envenenado uno de los alumnos. Comienza así una investigación policial en la que Sandro se encontrará con todo tipo de obstáculos, entre ellos los que pondrá el propio padre fundador de la Orden, para evitar que la reputación de la Compañía quede manchada.
Sandro se encontrará de nuevo con Luis de Soto, quién había sido su maestro jesuita y ahora se había convertido en la persona a la que más odiaba en el mundo. La investigación resultará compleja y Sandro contará con la ayuda de Angelo, su criado y asistente, un joven enigmático al que conocía poco y en quién le costaba confiar. Sandro alternará la investigación del asesinato con la búsqueda del asesino de Carlotta, por lo que se enfrentará a Laurenzio Massa, un animal político, ambicioso, maquinador, sin escrúpulos, mientras tendrá que lidiar con el carácter hedonista y pretencioso del papa Julio III.
Sandro volverá a verse envuelto en todo tipo de intrigas y conspiraciones, sumergido en el nido de serpientes en el que se habían convertido Roma y el Vaticano.
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