"Plagio mortal"

“Plagio mortal”, de Andrew Pyper (ed. Maeva, 2010), novela seleccionada como thriller del año por el “New York Times”, una historia cautivante, con el mundo de la literatura como protagonista y una trama policíaca que nos mantiene en vilo hasta el final.

Patrick Rush, con un hijo de 4 años llamado Sam, se quedó viudo con 31 años, ocho meses después del nacimiento de su hijo. Todavía se mostraba traumatizada por su muerte, especialmente por el período de sufrimiento que padeció antes de morir. Para superarlo, se volcó completamente en su hijo, “Sam lo es todo. Es la única guía que me sigue ayudando”, él fue quién le permitió sobrevivir en los meses inmediatos a la muerte de su mujer.

Patrick es hijo único y creció con los libros como sus únicos amigos. Comenzó una carrera como crítico literario fulgurante, pero en este momento se encuentra en horas bajas a nivel profesional. Siempre había soñado con escribir una novela cuya historia le permitiera redimirse, pero se había convertido en un escritor frustrado que envidiaba de forma nociva a los autores consagrados. Amargado y frustrado, la vieja idea de su infancia vuelve y decide apuntarse a un taller de escritura creativa que denomina “El Círculo de Kensington”.

Entre los miembros del Círculo, él es el único que no tiene una historia que contar, pero se siente cautivado, al igual que el resto de compañeros, por el relato de Ángela sobre una niña que se ve amenazada por el Hombre del Saco. De forma misteriosa, un asesino en serie comienza a sembrar el terror en la ciudad de Toronto y Patrick cree que puede existir una relación entre los asesinatos y el relato de Ángela. Patrick se involucrará en el relato como si estuviera dentro. La aparición de un enigmático poema en uno de los cadáveres, acrecentará las sospechas:

“Por donde voy, va el miedo a cuestas.
Acecho en las oscuras callejuelas.
Nada es lo que parece: ése es mi reino.
Si cierras los ojos, me verás; aquí, en tus sueños”.

Termina el taller y sus miembros separan sus caminos hasta que, cuatro años después, los volvemos a encontrar en una pesadilla de final incierto. Todo ha cambiado en la vida de Patrick, especialmente a nivel profesional, pero la vida le tiene preparada una mala jugada, cuando la sombra del Hombre del Saco vuelva a acecharle de forma amenazante. Comenzará así un juego de sospechas en el que se adentrará en un mundo de locura, confundiendo la realidad y la ficción. El relato se vuelve frenético, con continuos giros en el guión que dejan al lector completamente descolocado, mientras observamos como la figura de Patrick se vuelve confusa y nos hace duda sobre si es la presa o el cazador. Comprobaremos también cómo se puede cometer un crimen sin víctima que provocará toda una serie de situaciones comprometidas para el protagonista.

Ya no hay tregua para el lector hasta llegar a un final bien conseguido y que culmina con acierta una historia bien escrita. Destaca la figura del protagonista, un personaje atormentado y patético, cuya única aspiración es la fama, estando dispuesto a todo para conseguirla, “Mi anhelo era ser un hombre en relieve sobre un lomo, ingresar en la orden de caballería de quienes habían sido elegidos para codearse con sus vecinos de abecedario en los estantes de las librerías y las bibliotecas”. Sus actuaciones y revelaciones sobre su pasado nos llevarán a reflexiones interesantes sobre el sentido de la vida y la literatura como forma de redención. Finalmente, debemos tener cuidado al comenzar a leer porque, como bien se señala en el libro, “el miedo siempre existe, buscando una vía hacia la superficie”.


(Reseña publicada en MujerdeHoy).

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