"Retrato póstumo"

“Retrato póstumo”, de Alexandra Marinina (ediciones Pámies, 2011) es el séptimo título de la serie de novelas policíacas protagonizadas por Anastasia Kaménskaya, comandante de policía de Moscú. La escritora ucraniana ha vendido más de 20 millones de ejemplares de sus libros.

La escritora, doctora en Criminología, desempeñó durante veinte años trabajos de índole científica para la policía criminal rusa. En el año 1999 publicó la primea novela de la serie protagonizada por Anastasia Kaménskaya, Nastia, una detective “perezosa, fría, de físico corriente, poco hábil con las armas, inteligente y algo achacosa, que resulta un personaje fascinante por el que el lector siente una instantánea simpatía”.

Nastia comienza un sábado por la mañana dispuesta a dedicarse a su ocupación favorita: hacer el vago; pero una llamada romperá sus planes, ya que ha aparecido asesinada la actriz Alina Vaznis, que rodaba una película para los estudios cinematográficos Sirius.

Nastia, con la ayuda de su compañero Yuri Korotsov y de Vladislav Stásov, antiguo funcionario de la policía judicial y ex teniente coronel de policía que actualmente ocupa el cargo de jefe del servicio de seguridad de los estudios, comienza una investigación en la que partirán con tres claros sospechosos a los que se unirán otros candidatos entre familiares, compañeros de reparto y otros personajes relacionados con los estudios Sirius.

El equipo policial descubrirá que Alina fue una actriz de películas de bajo presupuesto, con una carrera de trabajo y esfuerzo hasta haber conseguido el éxito profesional. Tres personas son las principales sospechosas de su asesinato, la actriz rival, un administrador al que prestó dinero y la esposa del director de Sirius, una mujer vividora y libertina. Poco a poco la nómina de candidatos crecerá con el director de la película con el que Alina tenía una relación y también con un extraño admirador.

A través de los interrogatorios a sospechosos y testigos, reconstruirán la vida de Alina y escarbarán en el pasado de una mujer con un carácter reservado y una misteriosa incapacidad para expresarse.

La intriga policial resulta convincente y destaca la reconstrucción de la vida de Alina, especialmente el relato sobre su infancia en el que, en apenas dos páginas, se describen los terribles efectos que puede producir la falta de comunicación y de interés por las personas, tanto a nivel familiar como en la sociedad en general. En el caso de Alina comprenderemos cómo, desde que era una niña, “estuvo condenada a la soledad y a una continua, sorda y aguda desesperación, oculta en lo más hondo de su ser”. La pregunta que nos debemos hacer es, ¿cuántas "Alinas" pueden existir en la vida real…?

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