“Pasillo oculto”, de Arno Strobel (ed. Pámies, 2011) es un thriller que se adentra en los misterios de la mente humana con una historia en la que su protagonista vivirá una terrible pesadilla.
Sibylle Aurich despierta en la cama de una fría habitación de hospital. Lo único que recuerda es un coche a toda velocidad, un brazo con un extraño tatuaje asomado por la ventanilla y el dolor por el rapto de su hijo. Un enigmático doctor le informa que ha estado dos meses en un profundo coma, después de haber sido asaltada en un parque y golpeada en la cabeza. Pero le dirá algo más, algo que sumergirá a la protagonista en una pesadilla y es que, según el doctor, ella nunca tuvo un hijo.
Sibylle consigue huir del tenebroso lugar, y llega a su casa esperando que su marido consiga aclarar la confusión. Lo que se encontrará será un descubrimiento asombroso que sacudirá su mente y su percepción de la realidad, haciendo que ponga en duda su poca cordura.
Perseguida por la policía, seguida por un enigmático personaje y sin nadie en quién confiar y tampoco que confíe en ella, comienza una frenética carrera por descubrir la verdad y averiguar su verdadera identidad. Dudando de todo lo que hasta ese momento había tenido como verdades absolutas, se encontrará con la inesperada ayuda de dos desconocidos, una mujer con la que tropieza accidentalmente, y un hombre que se ofrece para ayudarla, después de contarle una increíble historia que podría ser la clave sobre lo que le está sucediendo.
El comienzo de la novela es impactante, pero la trama pierde intensidad conforme va avanzado, ya que resulta evidente qué es lo que le ha sucedido a la protagonista, aunque ella no lo descubra hasta el final. Aún así la historia resulta interesante por el desfile de personajes con secretos e intenciones ocultas, que mantendrán el suspense sobre sus verdaderas motivaciones hasta el final.
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