“Código genético”, de Amalia Lafuente (ed. Plaza & Janés, 2011) es un thriller médico al estilo de las novelas de Robin Book, que se sumerge en las intrigas alrededor de los laboratorios de investigación científica.
Es necesario realizar una breve reseña de la autora, para ver su preparación a la hora de afrontar un thriller científico. Amalia es médico y profesora titular de Farmacología en la facultad de Medicina de la Universitat de Barcelona. Ha dirigido numerosas tesis doctorales y publicado diversos artículos científicos y de divulgación, además ha obtenido varios premios literarios. Con este bagaje se adentra en un terreno poco transitado en la novela española y lo hace con acierto, sin grandes pretensiones, pero ofreciéndonos un relato entretenido.
La protagonista de la novela es Marina Fontcuberta, becaria posdoctoral, encargada de una línea de investigación sobre un fármaco contra el Alzheimer en un Instituto de Neurociencias de Barcelona. El cargo de director del instituto queda vacante y todo apunta a que será ocupado por el jefe de Marina, la persona que ha sido su mentor y que confía plenamente en su trabajo.
La renuncia de su jefe al cargo y su marcha del instituto, dejan a Marina en una situación complicada con un futuro profesional incierto. Finalmente, el cargo de director es ocupado por el doctor Guillem Miras, que llega de la Universidad de California con una carrera plagada de éxitos y con un carácter mediático y ambicioso.
Guillem, junto con su ayudante, la doctora Nadia Ipatescu, llega a un Instituto que fue inaugurado a bombo y platillo pero que había entrado en fase de decadencia. Su misión es reflotarlo y convertirlo en el primer centro de neurociencias del país y de toda Europa.
Comienzan una revolución que provocará las reticencias iniciales de Marina, pero las constantes atenciones de Guillem se ganarán su confianza. Con el paso del tiempo, Marina comenzará a sospechar que su nuevo jefe no es trigo limpio y se verá ante una encrucijada ética en la que tendrá que elegir entre su dignidad personal y la ambición profesional.
La novela se desarrolla de forma ágil, con la protagonista enfrentada a su pasado, en una situación cada vez más complicada y peligrosa, acosada por un personaje siniestro como es Guillem, que tiene una particular filosofía: “no hay límites en la vida, hay aciertos y errores”.
“Código genético” nos ofrece entretenimiento con una crítica de fondo al describir las luchas de ambición en el seno de los laboratorios de investigación.
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