"Yeti"

“Es natural que lo real sea más extraño que lo imaginado, ya que lo imaginado procede de nosotros, mientras que lo real procede de una imaginación infinita, la de Dios” (G.K. Chesterton)

“Yeti”, de Fernando J. López del Oso (ed. Minotauro, 2011), la nueva novela del autor que resultó ganador del Premio Minotauro 2009 con “El templo de la luna”. . Estamos ante una historia que mezcla aventuras, thriller y ciencia ficción y que, como indica la frase de Chesterton anterior que se cita en el comienzo del libro nos deparará revelaciones sorprendentes sobre los secretos de un planeta en el que “pueden existir en las zonas inexploradas del mundo seres fantásticos que ni siquiera hemos imaginado”.

La novela destaca por sus protagonistas, una serie de personajes sin nada en común, pero cuyos caminos se terminará cruzando en una región misteriosa del planeta que despertará todo tipo de intereses ocultos, la Reserva de Kerenci Seblatm, en Sumatra.

En primer lugar encontramos a Mario Yerro, director de los proyectos de campo de BAUN, Bioconservation Agency of the United Nations, una agencia vinculada a la ONU y creada por el presidente de los Estados Unidos, cuyo objetivo era luchar contra “La Sexta Extinción”, el problema medioambiental más grave del planeta. El presidente había decidido que su país lideraría al mundo en la guerra contra la pérdida de biodiversidad. Mario había vivido todo tipo de experiencias que le habían llevado a perder la fe en la naturaleza humana. Con un físico impresionante, gigantesco y un carácter visceral, Mario se dirigirá a Sumatra para salvar el lugar de la devastación.

Estamos ante una parte del planeta realmente fascinante, “se unen allí las condiciones climáticas más favorables de las regiones ecuatoriales para el desarrollo de la vida, como son la estabilidad climática, la buena temperatura y la disponibilidad de agua, con la característica especial de ser islas. Y es que, debido a su natural aislamiento, buena parte de las especies de seres vivos de las islas ha evolucionado de manera independiente al resto del planeta, sin mezclarse con las de fuera o haciéndolo en muy pequeña medida, por lo que puede decirse que son únicas en el mundo”.

Una importante Petrolera ha puesto su mirada en este lugar para conseguir “el petróleo verde”, “un biocombustible de nueva generación, renovable, de excelente calidad, precio competitivo, y que además no está afectado por las regulaciones de emisiones de carbono”. El problema es que para obtenerlo, están dispuestos a arrasar la biodiversidad de la Reserva.

Al mismo tiempo, la doctora Eliana Colman, del centro de Estudios Epidemiológicos y Enfermedades Infecciosas de la OMS en Londres se enfrenta a varios casos de fiebre hemorrágica. Si no encuentra el origen de la infección y lo sellaba, el virus puede dejar el planeta patas arriba en cuestión de semanas. Todas las evidencias apuntan a Sumatra como el origen del virus, por lo que emprenderá una carrera contrarreloj en busca de una cura.

Los protagonistas unirán sus caminos, pero también se encontrarán con otra serie de personajes, en unos casos aliados, en otros enemigos, con intereses ocultos y una riqueza en sus perfiles que aumentan el interés de la lectura. Las dos misiones de Mario y Eliana se verán obstaculizadas por los intereses de la petrolera y por una extraña organización llamada La Corporación que, desde la sombra, maneja los hilos del mundo. Se verán acosados por un grupo de mercenarios crueles y despiadados, además de enfrentarse a algo desconocido, sorprendente e inquietante que les espera en el corazón de la inexplorada reserva.

Estamos ante una entretenida historia, en la que el autor se permite jugar con el lector desde la primera página, creando expectativas sobre lo que nos va a desvelar. Las expectativas se verán satisfechas y la novela se adentrará en el género de la ciencia ficción con una trama imaginativa.

Además, encontramos toda una serie de personajes miserables, especuladores, avariciosos, dispuestos a todo por el dinero y el poder. Se denuncia también los intereses ocultos que hay detrás de todo lo que tenga el prefijo “bio”, fiebre que “algunos empezaban a aceptar sus consignas porque descubrían que el comportamiento ecológico y la optimización del consumo tenía una interesante rentabilidad económica. Otros abrazaban la bandera verde simplemente porque esperaban rentabilizar su gesto ganándose el beneplácito de la opinión pública.”. Una reflexión de un personaje de la novela resulta demoledora en cuanto a la eficacia de los biocombustibles, “son un fraude. Siguen emitiendo gases de efecto invernadero como los combustibles corrientes. Y además conllevan la destrucción de áreas naturales para transformarlas en plantaciones. Lo único que son, es un magnífico negocio para algunos”.

En resumen, la novela cuenta con una serie de ingredientes que nos harán disfrutar con su lectura, hacer volar nuestra imaginación y concienciarnos de algunos de los graves problemas que afectan a nuestro planeta.

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