“Juego sucio. Fútbol y crimen organizado” (ed. Alba, 2010) es un libro denuncia escrito por el periodista Declan Hill que ha levantado ampollas en el mundo del deporte. Durante siete años ha investigado el tema de la corrupción en el fútbol y este libro es el resultado de lo que averiguó, “voy a explicar el funcionamiento de esa industria y el porqué del éxito de las mafias. Voy a hablar de palizas a golpe de pistola, de secuestros y asesinatos, de los hombres rectos que han intentado combatir esta oleada de corrupción y de la frecuencia con que se han visto marginados, despedidos, encarcelados o asesinados”.
La primera edición de este libro provocó una investigación por la unidad anticorrupción de la Policía Federal de Bochum en Alemania que sacó a la luz centenares de partidos amañados con decenas de sospechosos entre jugadores, árbitros, entrenadores, directivos de ligas y gángsters.
La primera edición de este libro provocó una investigación por la unidad anticorrupción de la Policía Federal de Bochum en Alemania que sacó a la luz centenares de partidos amañados con decenas de sospechosos entre jugadores, árbitros, entrenadores, directivos de ligas y gángsters.
El libro comienza con un doble asesinato cometido en el norte de Inglaterra el 9 de agosto de 2008. Dos ciudadanos chinos, un estudiante y su novia, han sido torturados cruelmente antes de ser asesinados. Parecía un caso sin solución, “la pareja caía bien a todo el mundo, tenía muchos amigos y ningún amigo declarado”, hasta que se descubre la auténtica profesión de estudiante, formaba parte de una trama internacional de apuestas.
Este hecho, en apariencia aislado, “forma parte de una revolución internacional, un fenómeno universal en el que las apuestas y los amaños de partidos están transformando las sociedades y destruyendo el deporte”. Después de hacer estragos en las ligas asiáticas y en las de Europa del este, ahora “han llegado a Europa occidental y a Norteamérica y han empezado a amañar centenares de partidos”.
Comienza la peligrosa investigación con los casos de corrupción en China, Malasia o Singapur. Descubrimos cómo la corrupción alcanza a las más altas esferas, infectando todas las áreas de la sociedad impulsada por el crimen organizado, formado por “hombres atroces, terribles, que disfrutan llevando a personas a lugares apartados y atormentándolas lenta, deliberadamente, como los niños que arrancan las patas a las hormigas”, que ha conseguido que la corrupción se extienda por todas Asia como una plaga de langostas, hasta llegar al continente europeo.
Los sobornadores asiáticos estudian las ligas europeas en busca de una serie de circunstancias que facilitan la corrupción, por ejemplo, que tengan fama de honradas entre los apostadores, que los sueldos sean bajos convirtiéndolos en presa fácil, y que haya permisividad por parte de las autoridades. Las ligas belgas y finlandesas, equipos pequeños que participan en las primeras rondas de la Liga de Campeones o de la Europa League.
Amañar un partido no es fácil y en el libro encontramos una descripción detallada de todo el proceso. El amañador debe tener una perspicacia amoral para detectar las debilidades humanas. Después, está el difícil trámite de ponerse en contacto con los jugadores o con los árbitros, en una labor de seducción. Se analiza la participación de los futbolistas, que tienen que salvar tres escollos para lograr el amaño: “cómo lograr el resultado prometido, cómo asegurarse de que nadie sospeche nada y cómo jugar lo suficientemente mal para perder sin poner en peligro el puesto en el equipo”. Controlar el amaño no es fácil, requiere métodos y técnicas que se presentan de forma esclarecedora en el libro. Por último, se realiza el pago, del que tienen que disfrutar los corruptos sin levantar sospechas.
La investigación nos llevará hasta los campeonatos del Mundo, como el del año 1998 en Francia, donde se ofrecen datos sobre partidos concretos amañados o en el año 2006, donde asistimos a todo el proceso en el partido entre Brasil y Ghana o descubrimos cómo los mafiosos “adivinan” el resultado de algunos encuentros antes de que empiecen. Queda la duda de si efectivamente hubo amaño y a qué nivel, pero lo que si queda demostrado es que “las organizaciones criminales se ponen en contacto regularmente con los equipos y amañan partidos de torneos internacionales, que pueden hacerlo con relativa facilidad y que a veces lo consiguen”.
La belleza del deporte nos “ofrece momentos que nos animan a ser mejores de lo que somos”, pero “el juego sucio destruye todo eso, arruina nuestros sueños e ideales”. Sirva este libro como denuncia y punto de partida para una lucha dura, decidida, sin tregua, contra este cáncer del deporte. Es necesario que alguien haga algo, y que sea pronto…
Puedes comprar el libro aquí: Popular Libros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario