sábado, 26 de septiembre de 2009

Paulo Coelho: "El vencedor está solo"

Después de ver la biografía de Paulo Coelho "El Mago", podemos entrar a analizar su útlima novela, “El vencedor está solo” (ed. Planeta, 2009), un cuadro estremecedor sobre la vanidad y la fugacidad de la fama, y lo hace con un ritmo frenético que podríamos calificar como thriller, aunque él mismo apunta en la introducción que: “no es un thriller, sino un crudo retrato del mundo en el que vivimos”.

La novela comienza con una cita de la Biblia realmente esclarecedora, se trata de Lucas 12:22-27, en la que Jesucristo enseña la inutilidad de preocuparse y afanarse por lo material. Se inician así las continuas referencias a la Biblia que tienen como punto culminante la cita de Eclesiastés: “Vanidad de vanidades, todo es vanidad” (te aconsejo que cuando termines de leer esta novela, cojas la Biblia y leas el libro de "Eclesiastés", te vas a sorprender de la actualidad de su contenido).

La acción de la novela se desarrolla durante 24 horas en la ciudad de Cannes, durante la celebración de su festival de cine. El protagonista se llama Igor, un millonario ruso, desequilibrado mentalmente después de haber participado en la guerra de Afganistán, “que cree que el hecho de matar es aceptable si se lleva a cabo por una buena causa, como aliviar el sufrimiento humano, o como un medio para recuperar a la mujer amada”. Torturado porque su mujer Ewa se divorció de él, llega al festival con un plan maquiavélico y descabellado que tiene como objetivo volver a recuperarla a pesar de que ella está casada con otro hombre. Su plan consiste en enviar un "mensaje" a Ewa para que ella recapacite y se de cuenta de que tiene que volver con él. El mensaje no es otra cosa que un cadáver, porque cree que necesita destruir un mundo para reconstruir el suyo. Igor debe encontrar a alguien “y sacrificarlo en nombre del amor”. El plan no sale como tenía previsto e Igor comienza una carrera que siembra Cannes de cadáveres en una serie de asesinatos que tendrá que investigar Savoy, inspector de policía que nunca se ha enfrentado a un caso así.

La serie de asesinatos son el hilo conductor de una trama por la que desfilan todo tipo de personajes que acuden al festival de Cannes con la esperanza de encontrar la fama y conseguir dinero fácil. Coelho describe un ambiente en el que predomina la apariencia, con personas dispuestas a cualquier cosa con tal de conseguir sus sueños. Cada personaje representa a un tipo de persona cuyos valores morales están al servicio de la fama. Actrices, modelos, distribuidores, productores, etc, nadie escapa a la feroz crítica de Coelho.

El autor nos desvela los entresijos del mundo cinematográfico, de la moda, del blanqueo de dinero, del tráfico de diamantes, de las mafias rusas, de la publicidad, etc, completando un cuadro en el que el dinero es el objetivo último de todas las acciones. Las vidas que aparecen en el libro nos transmiten una sensación de hastío, asistimos como espectadores a un espectáculo de luchas, conspiraciones, perversiones, engaños, etc, en el que todo vale para conseguir triunfar.

Dos de los personajes, cuyo perfil nos describe el mismo autor, resumen el contenido del libro:

“Hamid, un magnate de la moda, que empezó con las mejores intenciones para acabar atrapado en el mismo sistema del que intentaba aprovecharse”.

“Gabriela que, como la mayoría de la gente hoy en día, está convencida de que la fama es un objetivo en sí mismo, la mayor recompensa en un mundo en el que ser famoso es la máxima aspiración”.

Pero la crítica de Coelho llega también al lector; no pensemos que podemos escapar a la mirada inquisitiva del autor. Es muy fácil caer en la tentación de admirar a los que en la novela se denomina “superclase” y querer ser como ellos, “Los superclase intentan vender sus valores. Los seres humanos normales se quejan de la injusticia divina, envidian el poder, sufren al ver que los demás se divierten; no se dan cuenta de que nadie se divierte, todos están preocupados, inseguros, esconden su enorme complejo de inferioridad detrás de sus joyas, sus coches, sus carteras repletas de dinero”.

En el libro también hay lugar para la esperanza. Encontrarás un personaje que luchará contra las imposiciones de esta sociedad demostrándonos que está en nuestras manos examinar nuestra escala de valores y poner en primer lugar lo que verdaderamente importa, porque, como bien dijo Jesucristo: “¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” (Mateo 16:26).

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2 comentarios:

Kenchic dijo...

QUE BACANO

Kenchic dijo...

PAULOESCRIBES ESPECTACULARRRRRR