- “La interpol necesita su ayuda, profesor Noronha.
- ¿Para qué?
- Voy a darle dos pistas que, espero, tengan el poder de avivar su curiosidad. - Dígame.
- Dos asesinatos y el Diablo.
- ¿Cómo?
- Hasta mañana, profesor Noronha.“
- “Cuando se abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora” (Apocalipsis 8:1)
- “Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis” (Apocalipsis 13:18).
Por otra parte la novela trata el tema del petróleo y el futuro abastecimiento energético que, según el autor, “constituye tal vez el mayor y más importante desafío de la humanidad para la próxima década”.
El profesor Tomas se verá envuelto en una trama de asesinatos, con un asesino cuya marca de identidad es el “666”, una sociedad de científicos llamada “Los cuatro caballeros del Apocalipsis” y una brutal lucha de intereses políticos y económicos por el control del petróleo y por conseguir la información sobre un proyecto que supondrá la esperanza final de la humanidad.
La novela tiene un ritmo frenético, con una trama llena de giros creíbles y que, al mismo tiempo, aporta datos muy interesantes sobre las profecías de Apocalipsis y analiza de forma precisa la problemática en torno al petróleo, las energías alternativas y el cambio climático.
El autor ya advierte al principio de que “la información histórica, técnica y científica que se reproduce en esta novela es verdadera”. Un apéndice al final confirma esta afirmación.
Además de lo entretenido de la trama, la novela deja un regusto amargo al comprobar que todos los problemas, conflictos y necesidades que tiene el ser humano quedan en un segundoplano frente a los intereses económicos, ya que, como dice uno de los personajes de la novela “Como casi siempre ocurre, todo tiene que ver con el dinero”.
Para finalizar, quiero señalar un episodio que me ha llamado la atención. El protagonista tiene que leer la Biblia de principio a fin para resolver uno de los enigmas a los que se tiene que enfrentar; consigue hacerlo en seis días. Su conclusión al leer Apocalipsis es que “es un libro aterrador”. Entiendo que se le da este calificativo al libro cuando sólo nos fijamos en la parte de las catástrofes y el fin del mundo. Pero cuando leemos la Biblia de principio a fin, sin prisas, comprendiendo su mensaje, el libro de Apocalipsis deja de ser aterrador y se convierte en un libro de esperanza.
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