El libro es una combinación entre novela histórica, policíaca y tratado médico. Ambientada a principios del siglo XV, el protagonista es el médico judío David Ibn Said, quién sirve a Don Garci Fernández, señor de Abusco y Abía de las Torres. Su señor le encarga una misión peligrosa, en la que tendrá que cuidar de su hijo pequeño Andrés, y resolver un extraño enigma que desvelará quién está detrás de una conspiración que puede tener como objetivo al rey de Castilla o a un importante noble. El médico y el joven irán descifrando juntos las pistas del enigma, atenderán a los diferentes enfermos que se les presentan por el camino y terminarán enfrentándose a un peligroso asesino en serie.
La narración es muy ágil, presentando intrigas, conspiraciones y asesinatos a la vez que nos sitúa en el contexto de persecución de pueblo judío en la España de la Edad Media. De la mano del médico judío, recorremos las costumbres religiosas del pueblo judío de la época, aunque nos encontramos ante un judío algo peculiar. David fue expulsado de la comunidad judía por sanar a un enfermo gentil en día de reposo. El médico consideraba que “salvar una vida, aunque fuera la de un cristiano, estaba por encima de cualquier precepto religioso”.
La figura de este médico, ¿no te recuerda a nadie? Te doy una pista... también era judío... ¿Quieres otra?... Vivió en el siglo I... ¿Lo adivinas?... Sí, estoy pensado en... JESUCRISTO. Él es el Médico que vino a sanar la mayor de las enfermedades, que fue acusado de violar el día de reposo por sanar a muchos enfermos y que en la cruz terminó con la mayor de las conspiraciones que ha sufrido la humanidad y derrotó al peor asesino en serie de la historia, Satanás, quién, como dice la Biblia es “homicida desde el principio”.
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