Everest 1924. El enigma de Irvine y Mallory, de Sebastián Álvaro (Desnivel) es un libro que se sumerge en una historia épica que se vuelve especialmente rica por el exhaustivo trabajo de investigación del autor y su vivencia personal.
¿Fueron George Mallory y Andrew Irvine los primeros seres humanos en alcanzar la cima más alta del planeta? Esta pregunta ronda en el inconsciente colectivo desde que desaparecieron en 1924 en su intento por ser los primeros en escalar el Everest, y todavía hoy sigue siendo uno de los grandes misterios del alpinismo.
En las páginas de Everest 1924, Sebastián Álvaro va mucho más allá en su intento de encontrar una respuesta. Desde una mirada periodística, personal y muy humana, nos invita a sacar nuestras propias conclusiones sobre unos hechos y unos personajes que lleva persiguiendo durante años y que se desarrollaron en un escenario que conoce de primera mano. Esa mezcla entre su exhaustivo trabajo de investigación y su vivencia personal es lo que hace especialmente rico este relato.
Sebastián Álvaro nos sumerge en el universo geográfico, mental y físico de aquellos jóvenes exploradores británicos que, tras sufrir en sus carnes el colapso del mundo durante la Primera Guerra Mundial, cambiaron los fusiles por el piolet y se plantearon la escalada de la montaña más alta de la Tierra como su mejor medicina para aliviar su alma del dolor de la Gran Guerra. Un recorrido histórico por los inicios del alpinismo desde una visión romántica que marcó el fin de la Gran Era de las exploraciones.
No hay más certezas en esta historia que la grandeza de sus protagonistas que, en aquellos remotos lugares extrañamente misteriosos y desconocidos, se aventuraron con la firme voluntad de pisar el techo del mundo.
Sebastián Álvaro Lomba es una de las personas que mejor conoce la historia del Everest. Durante los 29 años que estuvo dirigiendo Al filo de lo imposible, organizó casi 200 expediciones —cinco al Everest— entre las que se encontraba una recreación histórica de la expedición de 1924. Al mismo tiempo, ha realizado numerosas visitas y filmaciones a prestigiosas instituciones como el Alpin Club de Londres, el Museo de la Montaña de Turín y la Royal Geographic Society, entre otras muchas, que le ayudaron a ampliar sus conocimientos y avivaron su curiosidad sobre estas expediciones, los hombres que las compusieron y la sociedad que les tocó vivir. A lo largo de su trayectoria periodística ha entrevistado a un gran número de alpinistas y personalidades influyentes del mundo de la montaña de quienes recabó información sobre aquellos pioneros que desaparecieron en el Everest.
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