viernes, 20 de mayo de 2022

La frontera lleva su nombre

 Hay historias silenciadas con el paso del tiempo. Hay voces que las cuentan para que jamás se olviden.

Elena Moreno recuerda en La frontera lleva su nombre (Grijalbo, 2022) a las «golondrinas»,mujeres de los valles pirenaicos de Aragón y Navarra que emigraban cada año para hacer alpargatas en Francia.

 


Elena Moreno Scheredre es licenciada en Ciencias de la Información por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). Ha trabajado en diversos medios de comunicación y es autora de El salón de la embajada italiana, Dondequiera que estés y Devuélveme la luna. Ha recibido varios premios literarios, como el Aixe Getxo de Literatura, y actualmente colabora en prensa y dirige un taller literario en Bilbao. La frontera lleva su nombre es su última novela.

 

La frontera lleva su nombre trenza la vida de cuatro mujeres de una misma familia. Todas ellas llamadas Esperanza, todas ellas con penas en el alma. Desde 1913 hasta nuestros días, el amor se muestra como hilo conductor de una historia que recorre tres conflictos, dos mundiales y uno civil, y las heridas que cada uno dejó en todos los que los sufrieron.

Elena Moreno firma esta novela de amor y de guerra, una emocionante saga que recupera el legado de las «golondrinas» y pone en valor la fuerza de las mujeres que, batalla tras batalla, cri-sis tras crisis, logran sostener familias, negocios, pueblos, ciudades. Siempre calladas y por ello en gran parte silenciadas, las mujeres han sido vícti-mas, cuidadoras, combatientes... heroínas sin me-dallas al valor con el coraje del mejor soldado. La historia así lo ha demostrado.

El día de su boda, Esperanza Ayerra recibe de manos de su madre unas cartas sin abrir. En ellas está el cierre para una historia, la de su propia fa-milia, que la ha perseguido desde siempre, hasta que un día decidió saber para contarla. En las res-puestas halló el amor de su vida.Esperanza Ayerra es la bisnieta de Esperanza Escaín, una golondrina que en 1913 cruzaba los Pi-rineos para trabajar en las fábricas de alpargatas de Francia y a la que la mayor contienda mundial le robó su destino.

Es la nieta de Esperanza, a la que llamaban Perla, que no tuvo padre ni marido por el cruel destino de una España que eran dos. Es la hija de Espe, una mujer que se tragó sus pe-nas y que cree que aquello que no se pronuncia no existe. Pero todo pesa, y la Esperanza más jo-ven está dispuesta a seguir ese hilo rojo que une a madres e hijas para saber quiénes fueron en rea-lidad estas mujeres y los hombres a los que ama-ron.

Y sobre todo, qué gran secreto guardaba su abuela y cómo perdió su mano.Su historia está unida a la de esa frontera natu-ral y permeable que son los Pirineos y pertenece a dos países que se alejan y se acercan cuando sus pobladores se enamoran. Una frontera que fue refugio, distancia y futuro si se miraba hacia ella desde el lado equivocado.

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