lunes, 9 de noviembre de 2020

Dos títulos de la serie Los secretos de Diotima

Guillermo Escolar Ediciones publica dos nuevas joyas de la sabiduría clásica en su serie Los secretos de Diotima. 



Sobre la vida feliz

Un escrito para aprender a superar, de un modo sereno, firme y valiente, las pruebas que nos envía la fortuna.


Cicerón. Orador, político y filósofo latino (106 a.C.-43 a.C.). Perteneciente a una familia plebeya de rango ecuestre, desde muy joven se trasladó a Roma, donde asistió a lecciones de famosos oradores y jurisconsultos y, finalizada la guerra civil (82 a.C.), inició su carrera de abogado, para convertirse pronto en uno de los más célebres de Roma.

Posteriormente se embarcó rumbo a Grecia con el objetivo de continuar su formación filosófica y política. Abierto a todas las tendencias, fue discípulo del epicúreo Fedro y del estoico Diodoto, siguió lecciones en la Academia y fue a encontrar a Rodas al maestro de la oratoria, Molón de Rodas, y al estoico Posidonio. Decidido partidario del republicanismo, admitía la necesidad de un hombre fuerte para dotar de estabilidad al Estado, figura que reconocía en Pompeyo; sus simpatías por él, sin embargo, no fueron siempre correspondidas.

Su carrera política fue fulgurante: en un año fue elegido edil, en el 66 a.C. pretor, cargo desde el que propulsó un acercamiento entre caballeros y senadores (concordia ordinum), y dos años después obtuvo la elección de cónsul del Senado. Desde esta posición, hizo fracasar la reforma agraria propuesta por Rullo, hizo frente a los populares, liderados por Craso y César, y llevó a cabo una de las batallas más dramáticas y peligrosas de su carrera: su oposición a la conspiración de Catilina.

Cicerón escribió en el año 44 a.C. este tratado filosófico sobre la felicidad, en el que se pregunta por relación que esta guarda con la virtud y con la sabiduría. En su siempre elegante prosa, discurre sobre diferentes actitudes filosóficas y vitales con que los hombres tratan de alcanzar la felicidad y sortear los embates de la fortuna, y caricaturiza a quienes sobrevaloran y llevan con poca dignidad las afecciones, ya sean las más groseramente corporales como las de un alma antojadiza y caprichosa. Los consejos de Cicerón encuentran en los diálogos de Platón el puerto seguro en el que la razón nos prepara, no importa lo dolorosos y trágicos que sean, para los avatares de nuestro día a día.





Oráculo manual y arte de la prudencia, de Baltasar Gracián

Cualquier persona, da igual cuál sea su origen, género o condición, encontrará en este Oráculo palabras sabias que le orienten en su vida.



Baltasar Gracián (1601-1658) es uno de nuestros mejores y más sabios prosistas. Sus escritos dieron origen a un hilo discursivo que organiza algunos de los ejes más fecundos de la filosofía europea. Este hilo, aunque secreto, aflora con cierta facilidad si se sabe buscar olvidando por un momento los métodos que, sin conseguirlo, han querido patrimonializar el acceso a las ideas. Las 300 recomendaciones que componen el Oráculo manual y arte de prudencia están dirigidas, como ocurre siempre con las obras verdaderamente universales, a todos y a nadie.

Su estilo conciso, sintético, pero de muchos pliegos, concuerda a la perfección con las muchas pasiones, alegrías y tormentos que pueblan el alma de los hombres. Gracián nunca resume: llega siempre al fondo de nuestro carácter.

El Oráculo ha interesado a filósofos de orientaciones y latitudes muy distintas, aunque muchos han profesado su fe con cierto secretismo. Tal vez esto se deba a que sus páginas son en realidad un manual de autoayuda, pero de los buenos.

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